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Historia

Capítulo 5 La mafia italiana.

Palabras:3970    |    Actualizado en: 16/05/2023

u

es ahora, que he empezado a darme cuenta de la estupidez que le dije a mi padre. No tendría que haber

s a uno de los puertos más cercanos y después, nos encargaríamos de distribuirla y venderla como siempre hemos acostumbrado. Luego de desayunar salí al ja

tuar como nunca lo hace. Me pr

otar su rostro tan asustado, ella estaba

rró los ojo

as manos temblorosas me extendió su teléfono y el pulso se me aceleró sin c

O EL CAPO DE L

grandes mafias japonesas durante la madrugada. Lo único que se conoce es que sus hombres lo llevaron a uno de

ia japonesa lo haya matado. Francesco solía tener demasiada seguridad c

so, no entiendo motivo por el cual los japon

pesar que, de igual manera yo me sorprendí, no entendía la razón por la que parecía que fuese a desfallecer en ese mismo instan

á saliendo

te —La vida es como es, por lo que no

sea cierto...¿O tú crees que sí

ido al notar que hoy no iba a ser posible tener un poco de tranquilidad con todo lo que acababa de suceder con la mafia italiana, e ingresé a la casa hasta llegar a la

rto —una sonrisa llena de c

los japoneses —me senté para poder conversar más amena

eses quienes se encargaron de él —confesó despertando mi cu

olpeó ya que no sabí

—¿Cómo puede ser que no hayan sido e

embargo, he intentado no prestarle atención. Pero aquí estoy,

lo mataron —me dijo como si estuviera hablando del

Enarqué una ceja empezando a molesta

or no digas eso que

que no digas que h

avor,

name,

esinaran y que dejaran muy en claro que fueron ellos a cambio de un par de favores que no necesito contarte —se

e de pie y golpeé la mesa— ¿Pod

o poseo verg

s con la mafia italiana? —Se encogió de hombros antes de fumar un cigarrillo —No vayas a creer que

eabas confiar en mi palabr

mo has sido capaz por el amor de Dios? ¿Pensaste por un solo segundo en el desastre que podría convertirse esto y en cómo no va a hacer más que traernos más problemas co

te es tan solo el pr

horas, decidí que no sonaba tan mal. Como sea, por más que no estés del todo de acuerdo en lo que acabo de hacer, ya es demasiado tarde como

e grité desesperado al mismo tiempo que me ponía de pie—

yudaste a solucionar uno de mis problemas más gr

eses mantengan la boca cerrada para siempre?

y a encargarme, pero, eso no significa que no seas tan

pcionado a

la idea en un principio, no obstante, no terminó de consultármelo. Nunca me ha tomado en serio...¿Por que tendría que haberme

lados y afrontar todo lo que se nos viene —se puso de pie y me tomó por el cuello de mi camisa de l

a realidad me golpeó—¿Qué está pasando contigo p

ecordó y asentí. No quería que

que él era el capo de la mafia ruso, el señor Romanov, quien adora tener el control en sus manos. Quien no respeta ni a sus propios hijos y que es bastante seguro que ni la mano le llegue a temblar para matarnos si cometemos un error que puede ser capa

ien no le importó ni siquiera un poco el sentir de su hijo pequeño. Esa versión de Maximiliano continuaba allí, c

an

me faltara absolutamente nada, fue asesinado y no puedo hacer más que cruzarme de brazos y llorar por su

o de mi hermano me había sacudido de una forma que ni yo mismo podía imaginar. Y ahora gracias a ello,

de mi hermano hasta que pudiésemos llevar a cabo el funeral. Mi mayor deseo era enterrarlo en el patio de nuestra ha

de mis hombres, Leonardo, me preguntó molesto. Sabía que todos teníamos gan

hacía tan seguido, y los cobardes lo sorprendiendo asesinándolo con más de treinta y

er a un ser querido y que, debido a su ausencia, voy a tener que ocupar su puesto y solucionar todos los inconvenientes que dejó pendiente —tr

no se preocupe, solo tiene que tratar de tr

por eso,

ron los japoneses quiene

en caso de que no hayan sido los autores l

andes con ellos e incluso él intentó ponerles una trampa? —Leonardo preguntó, él era la persona a la que mayor confianza le tenía puesto

s que hemos tenido con los japoneses han sido mil veces, más grandes que con los rusos. Y también somos conscientes de que la mafia japonesa es lo suficiente sanguinaria como para matar a quien sea

rlo una segunda vez y usted lo sabe mejor que nadie. No pode

espaldas a su capo por si a alguien se le ocurre acercarse a torcerle el cuello. Ahora tengo que concentrarme en arreglarlo todo y c

gué de limpiar el sudor que caía por mi frente. Me gustaba estar a solas c

o de convertirme en capo para que me puedas ayudar a ocultarlo —me s

tar conmigo para guardarle cualquier secr

de ella —sonreír al tan solo recordar su rostro. El

vez la conozco? —M

as escuchado hablar mucho sobre su persona...—tomé un momento ant

agradaron de la sorpresa y no supo que responderme por lo que se que

ella se desarrolló hace más de seis meses y lo hemos mantenido todo en secreto, por lo que solo lo sabemos los dos y bueno, ahora también lo sabes tú. Sé que es un romance prohibido y que puede traerme

e tu mayo

ga a tocarle un solo pelo a esa mujer, yo juro que mataré a ese

se de cuenta de ello? —Parecía que necesitaba un poco más de

lquiera hubiese reacci

cre, no obstante, ahora que acabo de convertirme en el capo de la mafia italiana necesito que cubras mis espaldas ¿Está bien? Quiero que me acompañes todas las veces que vaya a encontrarme con mi mujer,

ue me hará sentir bien ayudarte a continuar con tu alocada relación. Necesitas alguien en quién apoyarte a

rindarme el consuel

no celular comenzó a sonar. El mismo teléfono que solo usaba para conversar con Katya, por medidas de seguridad—Ahora mis

ió de mi vista en tan

as que me quedaban. Estoy destrozado, au

nando bastante preocupada—Escuché lo de tu hermano y

o por qué negarlo, sin embargo, tengo tantos problemas encim

con amabilidad. Ella era una mujer fuerte, aunque

o desde hace más de dos meses y no creo ser capaz de

ue estaba sonrojándose y sonreí—¿Cómo podríamos

esito verte, lind

lia? —Eso fue lo que ent

e le comuniques a tu padre que me gustaría que viniesen al funeral, es

Franco? —Susurró asu

de semana. Mañana se llevará a cabo el funeral en la hacienda que tenía en Rusia porque fue el primer luga

re el funeral, iré a decirle a mi familia y no dudes acerca de nuestra asist

l teléfono. Me hubiese encantado continuar conversando con ella, pero, nunca era posib

a

e mi casa. Mi padre, madre y hermano se encontraban

—Nos ha invitado al funeral de su hermano, alegando que esto sería lo último que los iba a pedir. Por mi parte,

—Yo le avisaré a Dasha, supongo que con el enorme corazón que posee

Buenas noches —me despedí y subí l

arecía una pesadilla y la preocupación que

, tomé mi pequeño bolso y bajé, esperando encontrarme con toda mi familia. Me sorp

ía que habías regr

nca —trató de fingir una sonrisa—Durante los últimos meses, nuestra perspectiva de Francesco cambió totalmente, sin embargo, eso no logrará que o

me sentía muy triste por él. Y en cuanto lo veamos, no sé cómo debo reaccionar o cuáles s

unto de subir a buscarte. Ven, ya t

funeral, se encontraban varias personas que conocía y a pesar de haber estado un buen rato en el lugar, todavía

íble como los seres humanos nos convertimos en tan poco de un día a otro. Hoy lo somos todo, mañana no seremos nada. Hoy estamos aquí con v

o nada, sentía que sí sin razón aparente. Me alejé de la tumba, con la imagen del cuerpo del antiguo capo guardada en una pequeña parte de mi alma y al darme la vuelta, me di cue

cándome a él. Tenía que

nrió, tratando de actuar con

é en el oído de Franco cuando me acerqué a darle un abrazo —Y yo estoy aquí par

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