img Mi vecina es una webcam girl  /  Capítulo 5 Las manos quietas | 13.89%
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Historia

Capítulo 5 Las manos quietas

Palabras:1414    |    Actualizado en: 19/12/2023

canso, aunque algo corto debido a que a Luke sólo le habían dado cinco de los diez días de vacaciones que había solicitado. Eso y sus padres pusieron e

. Por las noches soñaba con el cuerpo de su vecina, con esas curvas peligrosas que lucía, y con la forma en la que se comportaba. No sabía si era todo parte del show o, si de verdad, la

ubiese gustado quedarse en casa, pero ya se había comprometido con los muchachos, y no podía echarse atrás, aunque le hubiese gustado

ncillas, como reparar algunas fugas, cortar el césped y sacar la basura, pero cuando se ofrecía a llevar las herramientas que había usad

kali se encargaba de buscar las llaves de la cabaña que

ló enojado Freddy—. Al menos podríamos haber buscado una

ver como una mujer con una bebé brazos pasaba frente a él. Era una mujer muy hermosa

niños? No quiero ni imaginarme

pre quieren tomar el control. En sus casas sólo son ignoradas por su marido y sus hijos, y que alguien les

de lo que hab

o a las mujeres madu

migos entraron con entusiasmo, explorando cada rincón de su refugio temporal. La cabaña era a

ddy y Luke, cada uno se instaló en sus respectivas habitaciones y comenzaron a desempac

ó dejar de lado sus pensamientos sobre la señora Prince, centrados en el presente y en disfrutar del tiempo con sus amigos.

hol y la pipa de agua que pasaba entre los muchachos, más pronto que tarde estaban todos demasiado dopados para valerse por sí mismos, el único que estaba me

bir a Alkali por las escaleras

o, sumido en la nebulosa densa y pesada

cerlo —gruñó Luke mientr

er dormir si no me

momento de mezclar todo —insistió el muchacho. Te

fav

n! —gruñó Luke—. ¡No

mo, a

ate l

go, Luke tomó la cintura de los shorts que estaba usando Alkali, y empezó a bajárs

n ese momento mientras se daba vuelta en la cama para quedar de costado hizo que Luke blan

e le quedó viendo, mientras la tarjeta le devolvía la mirada, insinuante y seductora, como el trasero de la señora Prince cuando hacía su papel de RedWitch… L

nidad de Salem y toda la fortuna que habían amasado era gracias al aporte de los contribuyentes. Todavía podía recordar cuando Alkali y él vivían en el barrio, ambos habñian crecido con los mismos amigos, y hecho las mismas travesuras, pero todo cambió cuando su padre se metió en política: Se mudaron a los suburbios

vió a guardar en su lugar, la metió dentro del pantalón y lo dejó a los pies de la cama. Salió de la habitación, se encerró en su dormitorio, abrió

icación push apareció en la pantalla del teléfono, avisándole que había un treinta por ciento de descuento en la compra de mil tokens, y lo mejor de todo es que sólo costaba cien dólares. No lo pensó dos ve

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