el absurdo. Annabel y Luciana, seguras de su triun
no el
no necesitarás nada de esto", decía mi madre mientras so
moso", decía Luciana, sus
ome una mirada de desdén. "Scarlett puede llevar algunas de
cabeza gacha y una expresión de resignación. Observé en silencio cómo las joyas, los
incesa del cártel. Cada día era una nueva humillación para mí, una nuev
, yo movía mis
sus finanzas, sus debilidades, las tensiones internas. También investigué a Roy Lawrence. Su reputación de crueldad era cie
ión de nuestra familia, sino también análisis estratégicos sobre cómo l
n único mensaje: "Confío
stido de seda esmeralda que había sido encar
ompromiso formal", anunció. "Quiero que te comportes. Sin dramas,
, respondí
s al final de la mesa. Luciana estará a mi lado. No quiero que tu mise
esees,
na lenta sonrisa form
xactamente lo que yo quería. Estaban constru