anecía inconsciente, sumida en un sueño profundo mient
la observaba. Vestía un traje negro de confección impe
asgos tan pulidos que desafiaban lo real. Era la clase de presencia que no necesitaba impo
pronunciar las siguientes palabras. "La parálisis continúa extendiéndose. Si no logramos detenerla pronto,
cutivo de Grupo Hudson y figura central de una
estaba tan arraigado como rodeado de misterio, y s
dad, no solo era poderoso, sino una
red criminal internacional, desmantelándola por completo en menos
cionales en tecnología energética avanzada, lo que otorg
el alcance de la empresa familiar hasta convertirla en una pot
confinado a una silla de ruedas. Un accidente devastador, tres a
a de movilidad no era
us ojos conservaban una dureza fría. "Con mi est
a. Su abuela, débil y en los últimos momentos de su vid
dó pasmado. "
.
ndida en ese puente. Su mente no podía precisar q
usos, imágenes borrosas que se disolv
l, un detalle permanecía c
desconocidos y a la vez i
ransformaron en el rostro de Dec
su mente. "Cuando desaparezcas, Maddie y yo por fin po
N
ese momento, e
años que sacrificó, terminarían en manos
mitiría a
s siguiera
rtando con una fuerte inhalación. S
olpeó de inmediato. Sintió náuseas y sufr
o en ella ha
, se sentía agradecida. Agradec
espert
a y cargada de una
ato, y una sensación fr
Pero lo que más la perturbó fueron sus ojos. Fríos, serenos, como la superficie inmóvil de un lago oscu
Hudson?", pre
nios hací
a regresado
miedo a
a como una navaja. "No parecías asustada cuando decidiste traicionarme
na sintió como si se hundiera en aguas he
po Foster protagonizaron una lucha
abía prometido a Kristopher u
ntables horas y lanzó toda una ca
a Declan, porque se dejó llevar por sus sentimie
só con la inversi
epresalia nunca llegó. Él simplemente desapareció. Se conven
e, una pregunta emergía con fuerza: ¿había esperado
su meta, ella no estaría
uperó algo de compostura.
con desgano. "No eres del todo tonta. Si no hubie
ía ra
n paso de
uerza, mientras una chispa de
to de amor puro, una señal irrefutable de confianza. Sin embargo, ahora, esa misma fe ciega le
a de haber si
ería recuperar su vida, también tendría qu
la sacó de sus
risto
nstante, lo comprendió todo. Él no estaba de p
asombro. "Tus
on en su mente. "Por eso desap
reció. "¿Entonces qué? ¿Va
to con la cabeza. "N
ras lo observaba. Seguía siendo imponente, y
ía el poder suficiente para hacerle frente a Gru
rrían, analizando c
levantó la barbilla y dijo con calma: "Señor