claron en un solo sonido q
gio de treinta años de un matr
sino por una estúpida costumbre arrai
stó, cada hueso de mi cuerpo
ue vi no fue gra
me heló el alma, incluso mie
o mereces por separar
ltima bendic
o por tres décadas,
s brazos rotos y corrió hac
ias a Dios que
esesperación que nunca
hogar y de mi vida, escuchando sus
o, tan absoluto, que
ente, lo
n martilleando en mi pecho, y el
, en el patio de la h
jer de cincuenta años, maltrata
s de mis veinte, las manos de So
a fecha: Era el día en q
ndro fue secuestrad
nvertí en la heroína, firmando así mi s
el recuerdo de Mía y Aleja
vez
no lo s
sonara hasta que el b
a más dulce que había es
da oportunidad, y no la iba a d
a podían tenerse
r fin iba a v