de cinco años con cenas silenciosas y besos fríos. Yo, Elena, la arquitecta,
Descubrí que su amor era una obsesión tóxica, una jaula que me sofocaba. Pero el verdadero terror comenzó cu
uerta, Sofía, protegía a Javier a toda costa. La situación escaló hasta el límite: Javier nos secuestró, obligando a Mateo a
podía él, Mateo, aferrarse a un fantasma mientras yo me desangraba? La impotencia me ca
na, una mujer idéntica a Sofía. Ella, con su valentía, me salvó, pero quedó gravemente herida. El cicl
ía Liliana la verdadera Sofía que me liberaría, o solo otro fantasma en mi ca