caminaba hacia la salida, con la espalda recta y la cabeza en alto, las risas burlonas de los
ofí
una fuerza brutal, deteniéndome en seco. Me giré para enfrentarlo,
a champán caro y a rabia. "¿Renunciar? ¿Tú no renuncias a
licado. Ahora, solo sentía un frío desprecio. La gente a nuestro alrededor se había
dro," dije, mi vo
en esta ciudad te dará trabajo después de que yo acabe contigo? Eres mí
evado a su propia destrucción. Creía que yo era una de su
ndo hielo. "Tú solo firmaste los papeles. Yo construí tu im
ila, que se había acercado detrás de él,
o lo que he hecho por ti! ¡T
me sirve seguir siendo utilizada.
eterminación de acero. Ya no era la mujer que esperaba migajas de
ltarme, me sac
a ningun
vino, poniendo una mano deli
on su voz melosa. "No vale la pena. Es
os de una posesividad enferma, y luego me so
. "¡Atención todos! Lamento la pequeña interrupción. Como decía, la vida es para los valientes. ¡Y hoy, quiero anunciar
ala. La mayoría de la gente estaba demasiado ocup
di el
mi nuca. Una vez fuera del salón, en la soledad del pasillo alfombrado, me permití respirar hon
nuevo y volví a marca
. Su voz seguía siendo una isla
i voz firme. "El t
del teléfono. "¿Tan pronto? Pensé que
ndo hacia el elevador. "Alejandro acaba de anunciar su c
lbido bajo. "Eso es... audaz.
esa. Nadie me había preguntad
creí de verdad. "Necesito verte. Necesitamos
e, él espera que estés destrozada. No le des esa satisfacción.
cosas que siempre había admirado en él, inc
o. Estar
Sofía," dijo
Sí
o has perdido ni un ápice de tu brillantez
ra, eso era más que suficiente. Entré en el elevador, y mientras las puertas se cerraban, reflejando mi imagen deter