ecir entre ellos. Simplemente lo miró, con una expresión inescrut
estuviera celosa, que tuviera el corazón roto para validar su propio ego, para de
cer", contestó la empleada, e
os; el clic de sus tacones sobre el pavimento era el único sonido en la calle silenciosa. Cuando el elevador se detuvo en su piso, descubr
. "Esperaba encontrarte. Me preguntaba si podría darme tu n
son, quien la había seguido. Sin dudarlo, se interpuso entre los dos, creando u
recién llegado, en un
rostro furioso del desconocido y el rostro impasible de su veci
cia finalmente agotándose y tras zafarse de
auto", soltó él, ave
el celular, aunque era consciente
nadie", ordenó el hom
la mujer, adoptando un
, y sí lo había sido antes. Acto seguido, se quitó su caro abrigo de cachemi
o solo para el vecino, sino para el mu
n y lo colgó personalmente en el pomo de la puerta. Tras marcar claramente su territ
l abrigo del pomo de su puerta, caminó hasta el du
ento social de la temporada y, como secretaria principal de Dawson, la
e de su jefe, que decía: "El vestido de Kenzie está
jefe llorando, mientras sostenía un vestido de alta costura que h
n la voz temblorosa. "¡El vestido que prep
ccidente; alguien lo había cortado con unas tijeras. Tras eso, miró las manos perfectamente cuidadas de Kenzie, y luego un par
r que envíen un reemplazo", ofreci
ay tie
oficina. Es parte del plan de contin
ó la otra, rechazando cada propuesta de solución
wson, entrando al lugar,
en el elegante y sencillo vestido negro de su rival. "Ellery", comenzó con un s
edo hacer eso", contestó, con voz firme y educada. "Como la secretaria principal del señor Parks, mi d
n para que te traiga o
la propia excusa de su interlocutora en su cont
su arma definitiva, y le dijo: "Dawson... ¿por favor?
rada ente el rostro surcado de lágrimas de Ke
ella", indicó el patrón, en un
mis responsa
ad. "No te estoy preguntando. Te estoy ordena
se cambió; sintió la tela rasgada contra su piel. Su nuevo vestido era un desastre: el tajo iba desde la cader
el vestido perfectamente entallado de s
, preguntó, con un brillo tri
fijamente, completamente ajeno al estado del
ar tarde", soltó Kenzie, miran
rasgado y revelador, que la habían obligado a usar. U
sastre? Seré el desastre más deslumb
, transformando el vulgar tajo en una atrevida y deliberada abertura hasta el muslo. Usó un pasador de su cabello para asegurar l