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barazada, pero la alianza de una década entre nuestras f
mis padres. Cuando me negué, me apuñaló la mano
su compromiso con ella y planeó desheredarme públicamente en la
ó sangrando en el suelo para responder la llama
n imb
yo poseía el 51% de las acciones de la compañ
e posaron en mí. Y yo estaba
ítu
Garz
r era siempre el mismo: HEREDERO DE LOS VILLARREAL, FERNANDO VILLARREAL, ATRAPADO EN PLENO ROMANCE CON MISTERIOSA MUJER EMBARAZADA. Usar
on mis dedos mil veces. La chica, Karina González, era una completa desconocida. Una mesera que supuestamente conoció cuand
a insignificante, que la borraran de la existencia y restauraran la santidad de mi compromiso
no fue lo
de la Fundación Garza, cuando Fernando entró pavoneándose. Lanzó su celular so
na sonrisita burlona en los labios. N
eron sobre un capul
Fernando? Las fotos p
bello oscuro perfectamente peinado. Tomó el celular-. Estaba lloran
a cinco meses, una bomba de tiempo que de alguna manera había logrado mantener oculta hasta ahora. Una bomba de tiempo programad
partamento privado? -pregunté
un lugar p
. Fernando, el presunto heredero de un imperio corporativo, paseando a su amante embarazada para que todo el mundo la viera,
zález, envalentonada por el despliegue públi
de una prueba de
o grité. Mi voz era tan fría y
encargart
omo si yo fuera una mosca molesta-. Karina es sol
as mismas palabras vac
señora de la familia Villarreal. Una simple av
e ser su esposa. Era mío por derecho de nacimiento, sellado con sangre y sacrificio. Él simple
n imb
con sus estupideces en ese moment
s padres, celebrado en el aniversario del día en que su empresa, su legado, fue sacrificada
mbres de los donantes y viejos amigos de la familia se desdibujaban a
do contra la tormenta que rugía fuera
ntar. Pero primero, tenía que honrar a mis padre
bía, con una certeza que se asentó en lo profundo de
-

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