escenario no era solo una actuación; era algo vivo y pa
revelando un escenario oculto donde una versión di
onocer, era una fachada c
a apasionado, le p
esliz, murmuró una disculpa
l ruido de la multitud vitorean
fragmentos del pasado de Emilio que
stificadas como "cenas con cliente
ces vagas sobre sus
r, una intensidad que siempre había encontrado enc
caja polvorienta en el ático, llena d
lo que pensé que era su deseo de
o el momento adecuado para retomarla, o más
os años, el hombre con el que había estado
n una pieza faltante,
dolor profundo y hueco q
inco años si estaban constru
haber sid
cia Karla y le dio un abrazo genuino y sincero, un gest
que la hizo reír, un sonido brillante y mel
doración tan desenfrenada, ni s
una distancia controlada, una formalidad educada
sentía com
laba de mi trabajo de edición freelance, o
, a menudo guiándome hacia
ón cruda y desenfrenada p
yo a mi carrera, nunca de un
tancia de sus sueños más
s luces del escenario atenuándo
n del brazo, sus sonrisa
ia, un frente unido, d
scuridad, testigo silenciosa de
rimonio, invisible, una sombra fugaz en la
fue sofocantem
limentada por la adrenalina, mirándome o
a kilómetro nos alejaba del brillante teatro, pero nos acerc
ente brillante, forzando una ligereza que no sentía. Quería romper el si
un sonido rel
te -se encogió de hombros, como si fuera lo más natural del mu
ceniza en mi boca-. No me di cuenta de que estabas t
ápida, su sonrisa un
ida -hizo una pausa, una mirada nostálgica en su rostro-. Pobre Karla, estaba tan estr
e Ka
ón suave que rara vez le oía usar, una tern
rrado con una intimidad que pertenecía
nítido, formal, un signo de puntuac
a llamaría cuando
aginaba resonando desde
o algo aún más privado, algo que m
uto, una esposa conveniente que encajaba perfectamente en la vida de arquitecto exitoso q
gazo, la tela de mi vesti
que mi visión se n

GOOGLE PLAY