img El cruel engaño del prometido  /  Capítulo 4 | 40.00%
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Historia

Capítulo 4

Palabras:1366    |    Actualizado en: 18/12/2025

Monte

uda y visceral. Arrebaté una invaluable figurilla de porcelana de su pedestal, su delicada artesan

ión. Explotó contra la chimenea de mármol, esp

detrás de su madre, una i

la cabeza! ¡Está

adre era una másc

al instante! ¡Estás

ú me destruiste! Me vendiste a Carlos, ¿no es así? ¡Por

justándose

ilité un acuerdo ventajoso. Para

uro, mi dignidad, todo lo que soy, por una cuenta bancaria más grande! ¡Dejaste que me

a de centro de cristal, haciéndo

me paseó como un cerdo de premio para que su familia se quedara boquia

mi padre se

s inaceptable. Estás histér

e! ¡Estoy furiosa! ¿Sabías lo de Juliana? ¿Sabías que era su verdadero amor? ¿Q

ido de sufrimie

Carlos y Juliana tienen una historia, sí. Pero su

histérico-. ¿Llamas a la manipulación, la t

rdieron en

verdad? Tú y su "recta" fa

ada, una seña

scutir un nuevo acuerdo. Carlos está dispuesto a ser generoso

¿Para que pueda desaparecer, como todos tus sucios secretos? ¿Para que

cadamente tallada en una mesa auxiliar. Era el joyero de

veme las joyas de mi madre. N

o negó con

familiares ahora, Ki

alanzándome sobre la caja. Pero mi p

na, que había estado acobardada detrás

za... estoy

go, su rostro palid

be

adre se centró inme

¿Qué pasa?

su brazo rodeándol

apoyándose en él-. Es solo... la violenci

Mi mente s

tro aún magullado por mi bofetada, sus ojos ardiendo, irrumpió. Contempló la es

vacilación, corrió

¿Estás bien

una preocupación frenética. Ella se aferró a él, g

ñalándome con un dedo tembloroso-. ¡Se

s se clavaron en

¿qué h

or la incredulidad-. ¡Está min

extendida, queriendo agarrar a

nó al instante. Me

estanque ornamental en la sala de estar me enganchó el ta

pugnante, me hundí

el agua, luchando contra la pesada tela de mi vestido. Mi cabeza s

l agua era más profunda de lo que

s. Mi padre todavía estaba preocupado por Juliana, que ahora se aferraba al b

mi padre a Juliana, de espald

simplemente me miró, un destello de algo ilegible e

iana? Necesitamos llevarte

chando la oport

ebé, Carlos! ¡Te juro q

ndo ahogar. Mi propio padre. El hombr

xtremidades se sentían pesadas, inútiles. El fr

siendo fría, pero había un destello, una pequeña chispa de

rtante-. Necesitas calm

ahogando, ¿y me decía

, extendiendo la mano h

el blazer, un gesto simból

ra. Necesitas aprender a

a, débil e inútil. Mi cuerpo

o un poco más, y luego serás libre. Tu padre te devolverá las cosas de tu madre

agua fría y las lágrimas,

uego? -susurré, las palabras apenas au

xpresión cansa

s de tu madre. Tu padre puede ser muy..

s de mi madre. Sabía cómo golpearme donde dolía. Esa era s

ezclándose con el agua helada. Las lágrimas co

.. buitres -jadeé, las palabr

oridad escalofriante-. Llévenla a la capilla famili

sombríos. Se metieron en el estanque, sus manos frías sacándome

de emoción. Juliana, todavía aferrada a Carlo

a, miré hacia atrás a Carlos. Sus ojos, por un momento fugaz

iciente. Nunca

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