r favor, Elenita. Solo un poco. Por Casand
onido hueco
til desapareció. -Darás sangre, Elena. L
brazos. Mi cuerpo se sentía débil. Mi cost
angre. La aguja se deslizó en mi brazo. El latido rítmico d
ros danzaban ante mis ojos. Mi
erta. Una bolsa de mi sangre e
ejaba. Apreté los dientes. Mis
iernas cedieron. Me apoyé contra la pared
a conversación ahogada se filtraba
ndra se rió-. Sabía que lo har
n se atascó e
morosa. -Claro que funcion
ndra, su voz teñida de triunfo-
lección para ella. Para que sepa cuál es su lu
aba que le dieran una lección. Por
a tumba de mis padres. Un dolor abrasador me desgarró
ia mí. Alguien gritó
no hub
era un borrón de caos. Un hombre con un unifo
No llores -dijo, su voz

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