ativo Moreno ya no me provocaba un escalofrío. El miedo había sido reemplazado por una resolución fría y dura. Él también vio
a peligrosa corriente subterránea. La furia cruda todavía estaba
peso de la ley por sus crímenes. Por intentar asesinar a mi hermano
errada al brazo de Eduardo
s! ¡Solo está tratand
sus ojos aún
a indemnización discreta y cómoda. Sin cárcel. -Dio un paso más cerca, su voz bajando a un murmullo persuasivo-. Y para ti... lo arreglaré. Lo que quier
r de nuevo? ¿Una cita? La idea era tan repulsiva que me revolvió el estómago. Me estaba ofre
e me humillaste públicamente, lisiaras a mi hermano y celebraras con tu amante? ¿Crees que una 'cita
ro se o
ro que sepas esto: Sofía nunca verá el interior de
merece. La justicia no es negociable. Y tu pro
rores! ¡Pero es solo una chica! -Su v
do-. Y una chica que traicionó tu confianza, robó los secretos de tu em
s palabras golpeándolo, incluso si se n
us proveedores, cortaré tu distribución. Te enterraré. -Me miró, un brillo cruel en sus ojos-. Y entonces, Benjamín Peña enfrentará c
a frágil. Corporativo Moreno, finalmente en camino a la recuperación
estar presente a pesar de su pier
yendo los esfuerzos de tu abuelo! ¡Él garanti
implement
la merecen. Y Sofía merece mi protección. -Me miró, su mirada fría y resuelta-. Así que, Valeria
ignidad, mi vida entera. Siempre un compromiso. El peso de su amenaza, la cruel realidad de la vulnerabili
derecho a tratarnos así. A pisotearnos continuamente, a negarnos
, su rostro una máscara de fría determi
do, trazando un camino a través de la sa
bra arrancándose de mi alma-. Lo haré.
de Eduardo. Sofía soltó un suspiro de a
o. Inyectarás suficiente capital para asegurar su completa estabilidad financiera durante los próximos cinco años. Y nunca, jamás, volverás a interfe
ólica del poder de mi familia. Sopesó sus opciones. El escándalo público, el daño potencial a su propia empresa por el
ofía, lu
acue
uesto a sacrificar sus acciones, su capital, por ella.
aguda decisión perfeccionada por años de sufrimiento, ahora se enfocaban en la reconstrucción. Vertí toda mi energía, todo mi dolor, en la empresa. Benjamín, a pesa
innovamos y luchamos cada batalla con una tenacidad recién descubierta. El público, al ver m
rada, sellando el destino de Sofía a la libertad, pero condenando a Eduardo a un futuro e
or amargo en la boca, pero una sensación de profunda liberación me invadió. Empaqueté el certif
ado mi solicitud. Una nueva vida me esperaba. Una oportunidad de reinventarm
ar las formalidades finales para los cargos retirados de Sofía. Mientras salía, mi
ale
allí, con aspecto demacrado, sus ojos sombr
e, mi voz desprovista de
u mano extendida, luego
. -Su voz era áspera, inusual-. Sé que he sido... sé que he cometido errores.
diste mi libertad. -Lo miré, realmente lo miré, por primera vez en años.
uelta para
oz teñida de desesperación-. ¿D
e vo
s, Ed
ía Cantú esperaba adentro, su rostro iluminado con una sonrisa triunfante. Al pasar, se inclinó, presionando un beso
i pesadilla de tres años. Yo era libre. Pero él seguía atrap
icada. Nunca lo perdonaría. Nunca lo olvidaría. Y nunca, jamás,
de la Garza estaba en su oficina, su rostro pálido, mirando un pequeño y discreto paquete que acababa de ser entregad

GOOGLE PLAY