el abismo. La implacable campaña de Eduardo nos había lisiado. Los inversores se retiraban, los contratos se rescindían y la campaña de desprestigio público continuaba con
De la Garza. Mi ex suegro. Mi corazón latía con una mezcla de pavor y una débil esperanza. Era
y poder. Don Ramiro estaba sentado detrás de un enorme escritorio de caoba, su rostro sombrío,
rendentemente suave-. Lamento
peradas, trajeron un n
dejé de esperar pied
e una mano por su
cegado por esa mujer Cantú. Siempre fue un much
Garza -dije, mi voz plana-. El matrimonio ha t
ó lent
nían una genuina tristeza-. Pero también sé que Benjamín es inocente. La narrativa de Eduardo es... defectuosa.
invadió. Alguien me creí
ude que es, señor. Estaba protegiendo la empresa de Ed
bién está en juego. Y la tuya. No permitiré que la estupidez de mi nieto manche más el nombre De la Garza. -Me miró, su mirada aguda-. ¿Qué q
ría oleada
escongelados. Quiero que se restablezcan las líneas de crédito. Y quier
sus ojos e
a ca
idencialidad sobre los asuntos de Eduardo y sus... excentricidades. Y me iré de la ciudad, del país si es necesar
u nieto, la imagen de su familia, contra la supervivencia de una empresa más pequeña y asediada. Un sacrifi
ente,
Y la narrativa pública cambiará. Pero entiende esto, Valeria. Est
a victoria hueca. Un futuro
. Estaba en el pasillo, apoyado contra la pared, una sonri
te viene a rogarle al abuel
la ma
entaste destruir, Eduardo
o, un sonido corto y sin humor-. Ya he destruido a tu familia, Valeria. Tu hermano
uiste. Solo me mostraste el monstruo que realmente eres. Y mi hermano, lisia
ardieron
davía puedo asegurarme de que tu hermano se pudra en una prisión federal
ntable-. Pero tengo fe en la gente, Eduardo. Alg
bur
me lo contó todo, Eduardo! ¡Confesó que trabajaba con Pére
en sus ojos, pero fue rápid
Es inocente. Solo estás tra
sonrisa fr
creer las mentiras porque es más fácil que enfrentar la verdad. Pero
aleria -se burló-. De
a irme-. Pero el recuerdo de tu crue
ormenta. Mi corazón era una piedra en mi pecho. Tenía qu
elados. Se restablecieron las líneas de crédito. La narrativa pública comenzó a cambiar lentamente, pintando a Benjamín como una víctima de
era implacable. Había estado trabajand
contré. Una grabación. La confesión de Sofía. Toda la conversació
ón dio u
enjamín! ¡Encon
tégicamente. Una filtración a un periodista independiente de confianza. La gra
o. Su desprecio casual por Eduardo. Su alegre admisión de incriminar a Benjamín. Su risa escal
uardo, ya inestable, se desplomó. Sofía Cantú se convirtió en una pari
ada de internet. Eduardo, con sus vastos recursos y poder
antú. Los resultados fueron rápidos e innegables. Benjamín Peña fue exonerado oficialmente. Sofía Cantú fue acusada de múltip
Él caminaba de un lado a otro, su rostro demacrado. Sofía, desafiante y
cabó. Benjamín es libre. Sofía está acusada. Y estoy a
ardiendo hacia mí,
puedes acusar a Sofía de asesinato! ¡
iendo el informe-. Y tampoco la grabación. C
a gr
scuches! ¡Está mintiend
garrado. Finalmente estaba viendo la verd
z temblando con una mezcla de ira y miedo-. ¿Después de todCasi destruyó todo lo que tenías. Y casi mata a mi hermano. -Miré a Sof
te dejaré! -Dio un paso hacia mí, sus ojos ardiendo-. Haré todo lo que esté en mi poder para
osa, mis propios ojos f
esta vez, no tengo nada qu

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