Instalar App
Historia

Capítulo 9

Palabras:734    |    Actualizado en: Hoy, a las 19:22

ista de Da

ando el vacío en mis entrañas. Llevaba horas llamando a Celeste. Sin respuesta. So

desesperado. ¿Dónde estás? Tenemos que hablar de Isabella. Del balcón. Dijo q

despeinado, sus ojos todavía rojos de llo

n molesto? Es esa zorra, ¿verdad?

i atención centrada

ad. ¿Qué pasó en el bal

centes, pero había un destello

celosa de nosotros, Damián. Se volvió

. vacía. Pero Isabella estaba llorando, aferrándose a mí. Y Celeste hab

ero las palabras

o vibró. Un mensaje de texto. No

do. Por favor, acuda a recoge

ármol. Isabella se agachó, recogiéndolo, sus ojos se abrieron de par en par al leer el m

esto? -susurró, f

número de Celeste, una y otra vez. Seguía apagado. Mi corazón ma

ñora Elvira,

dónde está Celest

r... se fue esta mañana. Me dijo que ya no era la señ

e. Mi mente daba vueltas. No. No, no lo haría. Esto era

-Colgué el teléfono de un golpe, agarré las lla

el rojo. Mi mente era un torbellino de imágenes: los ojos vacíos de Celeste, la not

mansión, grita

a casa resonaba con mis

despojada. Su ropa se había ido. Sus libros, sus baratijas, incluso los pequeños toqu

bodas. A su lado, el acuerdo de divorcio firmado. Mi firma, audaz

ras la recogía. Su caligr

n. No voy a volve

ones en un jadeo entrecortado. N

. Llamé a Maya, su mejor amiga. S

nal, señor Ferrer -dijo la recepcionista, su voz edu

? ¿Dónde? -exig

información, señor. La señorita

filtrándose en mis huesos. Se había ido. Mi esposa, la mujer que me había amado durante d

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY