e ser aceptar que no

nacionalidad y hasta tu personalidad. Lo peor de todo esto es que creen tener derecho a hacerlo. A p

cuando los padres no están prepara

cipios, mis valores y enseñanzas rusas. Antes era muy presumida en cuanto a mi nacionalidad o lo perfecta que soy, pero mis tí

aborrecen a los rusos, ellos

. Eres doctora y debes cumplir con tu deber

y la madr

os al tema p

ión de los

demás. ¡Pero no puedo aceptar que mis queridos tíos sean amigos de pandilleros! Eso ya supera cualquier intento de vivir en paz. Es increíble como los c

a antes? ¿Les tendrán miedo? O tal vez... son to

cepto que se vean a través de un celular, pero q

ando —murmuro, suspirando veo a

grita, muy e

que los abandonó unos meses después que ella naciera. Dani, así le digo por cariño, es una chica dulce y bastante alocada, disfruta de su juventud más que yo. Amba

o y yo la ad

, su profesión tampoco la ayuda. Hay una leyenda en el hospital donde trabajo.

oca, el ángel y el demonio, el yin y el yang, la despistada y la no despistada, la habladora y

mos con mi monól

en caso de tener alguno de mis ataques de ansiedad. No vivimos juntas, pero ganas no nos faltan, el problema es el dinero. El turno de trabajo de Dani es hast

te», sumergida entre mis pensamientos, indignada, t

o divertido, me s

io su nombre igual q

imos a sentarnos en una mesa con vista a una pared llena de fotos viejas de los miles de clientes que han pasa

, por eso tomé un descanso para hablar con Dani. Comimos unos deliciosos cannolis. De acuerdo a lo que me ha dicho mi tía Francesca, es un postre típico de Sicilia

deliciosa, es la combinación perfecta para libera

s que yo estudie su comportamiento sin que se den cuenta? —sonríe y yo vuelvo a asentir—. ¿Qué te ocurre, Natasha? ¿Estás loca acaso? Esto defin

la cabeza

ido discreción. ¿Si sabes qué es eso? —recalco, seriamente las últimas palabras, ella asient

el comportamiento de unos individuos en estado de ataque —acaricia su mentón, empieza a verme de manera

—la señalo—, no er

ñala—, me amas

de mudarnos juntas antes de que yo regrese de vacaciones. Mi jefe ha estado feliz estos días porque no estoy. ¿Ven que ese hombre me o

il —décimos

sganada—. Soy médico cirujano general. Estoy en todos lados porque tra

a—. Trabajas en emergencia, pero ayudas a tus pacientes. Eso

abar mi belleza rusa y mi estup

palma de su mano—. Eres tan arrogante. ¡Di

iotas. Hicimos un plan pequeño por la falta de tiempo que tenemos las dos, pero eso

s a los

r a los p

bien con l

igas de l

ción importante y l

lo puso Dani. Yo quería que el nombre de esto fuera; el plan, pero a mi adorable amiga le pare

bsolutame

con usted, señorita Zái

rita Barone —ambas e

etienen y yo trato de no salir corriendo cuando veo que esos sujetos son parte del grupo de los pandill

si que sabe

a la abraza y le da dos besos en la mejilla—. Esta

venido mucho por aquí porque he tenido

óvenes deben disfrutar de la vida—. Chicos, ella es Danielle la mejor amiga de mi peq

s no deja de estudiar el restaurant, mientras el otro chico que pa

estatuas que respiran, dirigen la mira

vez —miento, sonriente. Él chico

nombres —inter

ío —el chico tatuado resp

respuesta que vino del

sujeto tan

ertida mi tía—. Sean amigos, vivan su vida aún siendo jóvenes —nos ve a los cuatro—. Cuando lleguen

nterrumpe antes de po

tío me encargo yo —suelta un

Logan se estaban comiendo con la mirada. No porque se gustaron, más bien era de

abrá domar, es la mirada. Él me enseñó a leerlas. Soy experta en saber más que todo cuando

nada común y me hace sentir incómoda. Me aclaro la garganta y le doy un co

an a salir con nosotr

io es su

no, burlonas, chocamos las m

tretenido —dice, Logan

es socarrona, le da una mirada cómplice a Logan m

se va a sali

*

te todo el camino. Cambió muchísimo de actitud cuando vinieron algunos visitantes rusos a cenar al rest

le teme

cantidad las visitas… y sus amigos. Mi tía solo ignora todo lo que ocurre y se mete a la cocina a preparar co

ía referir con

ansada. Hay días en los que el agotamiento no sé si es físico o emo

blar sobre Rusia o mi familia? ¿Por qué no recuerdo

mi celular de la mesita de noche y me acom

nte déspota, patán y amargado. Otros dicen que es un amor de ser humano, pero nadie toma en cuenta lo positivo que tiene. Yo lo he

tocado luchar solo para llegar a donde estás hoy —sonrío y mi corazón empieza a sentir nostalgia—.

o de lado con ambas manos debajo de mi mejilla como una almohada y sonr

o los ojos—. Seré igual de feliz cuando descubra porque

bre. Sasha, un nombre que en mi casa ha estado prohibido por muchos años. Con