sus ojos, son idénticos a los míos, color verde pasto; ésta me mira de una manera extraña, ¿Qué nunca vio a una joven a
hablado mucho de ti —me saluda
—alego—. ¿Quién
estoy de salida —se gira hacia el abuelo y le dice—:
e éste, no muy contento por la a
sea imaginación mía, pero me recuerda a alguien, tal vez la haya conocido de niñ
to cuando desaparece
a que no veo desde hace años. Ahora vuelve a trabaja
haré como que le creo, pero eso no quiere decir que no
o el tema por
o buscando algun
para repuestos y herramientas, al encuentro de Max. Se e
é bu
sta y se endereza otra
na me dejó plantada, me tocó
saber quién e
ornillos y sale de l
auto deportivo
ijo de
a buscar su coche y de paso
o tr
iste
mano gemelo —di
ne —se pone frente mío— Ad
—Le empujo la cabeza con el dedo índice—, y por otro lado, a mí si me
de la Facult
me dirijo a una moto que
rsona que digamos, es un
uenta Max,
cuándo te juntas con personas así? —me
via fresa? —Contrataco— No tienes
sta —a
stamparle un puñetazo en la nariz, es un idiota, a él qué le importa lo que
a estoy bastante mayorcita pte cuidaré Anastasia, y sé que Ariel te hará daño, como
o molesta—, y desde ya te digo que no me importa co
lo estés defendien
er prejuiciosa —explico más calmada—, no qu
qué h
n esta ciudad que me haya visto lo primero que ha hecho es mirarme
eso nunca
onas son prejuiciosas, lo primero que piensan es que
e, y
ga nada. No lo culpo, todo hacemos
solo te dejas llevar por las apariencias y por los rumores.
e das un
portunidad a pesar de lo estúpida que se comportó conmigo. ¿Y quieres saber qué pienso de ella? Que es una hijita de papi
te gusta el prej
o la culpa ¿y sabes qué? —agrego fastidiada— Me cansé de
ersación ahora, Anastasia —
si tú sí, habla con uno de estos
e puede —dice
dante —insulto—, y me tienes hasta el cog
tiene sentido e
rlo, él nos devuelve la mirada y nos hace un ademán con
de “hablaremos luego” y s
cusión. Max estará mal si cree que me va a caer bien esa tipa. Y además, si vamos a ir por prejuicios no acabaremos nunca, porque esa palabra, por más que no la repitamos de sol a sol, siempre está allí, las personas te juzgan por tener tatuajes, por tener piercing, porque tu color de cabello es extravagante, porque te la pasas metida en el celular o de lo contrario, en un
…
a entrada la noche, antes de despedirse me pidió disculpas pero no l
e nosotros, siempre hemos buscado la forma de remediarla sin importar q
a casera que hizo mamá. Cuando estoy por darle la pri
somando la cabeza a travé
darle espacio en la cama, se acerca y se acuesta en el lugar en
un chico
la cara pa
la pizza, me mira con cara de asco y yo
para recibir respuesta
ebo agudizar el oído porque h
ónde lo conoci
patinaje —respon
analizo—. ¿Cómo surgió tu
—suspira y cierra los ojos— Es que es tan lindo, si tan sólo lo vieras. No —agrega de rep
o—, no me gusta
va y apart
blema —replica
—pido un ta
bedece—, tiene apro
ofendida— Solo nos llevamos cuatro
no —niega
nuo—, ya es un poco
e gusta y es tan cariñoso, tan li
n! —grito d
voz —ordena a
e besaron! —repito, pe
nta—, fue tan dulce, tan maravi
risa al verla a
más que tu amigo entonces —asiente en respuesta—. Y tú también, pero tien
ja—, por un lado quiero e
y bien que no podrá sacárselo de la cabeza y querrá estar con a cómo de lugar. Es mejor dejarla tomar la de
ayude? —pregunto, aun
ie
har
un suspir
rto—, veré qué puedo hacer para que puedan estar juntos, pero primero —me apre
porándose, me rodea con sus brazos y
me aparto de ella alejánd
también
e piernas a mi lado— Ahora cuéntame de ti, hace tiempo
a con Max"? —pregun
—, aquí entre nos, ¿ya
ambiente más confidencial. Ladeo la
e veces, que solo somos amigos, ni más ni menos. Sara, prácticam
—replica—, pero bien que
é co
nal” —la miro de mala manera cuando hace comillas con los de
ue no —c
l pelo —siento mi cara arder ante todo lo expuesto—, y una vez te
en Dubái. ¿Realmente dam
l tiene novia y yo he conocido a alguien —digo
vidando a Max momentáneam
ondo— Es un chico que
si ni sales
y hago un sonid
servici
a? —interfier
cargar el tanque de combustible, y al salir disparado de
de un apuro y ahora te gusta —
algas —me muerdo el labio al recordar esa parte de su anatomía—, así —hago u
pompis grandes no lo dejes i
egundos después de
o —comento—, es de esos que sabe
íp
s formas hoy salimos
¿Pero cómo? ¿Se vo
reparaciones a su deportivo, y hoy se lo entregué, y una
a. Arrugo el entrecejo al
Ah
año verde —espeta co
o—, parecería
contradice—, va
sé —i
—ordena
que yo soy la
s y me señala el ce
recojo mi celular d
o en el capo de su reluciente deportivo negro, viste unos jeans azules rasgados y una camiseta de un cl
ir que es sexy —me arrebata el celular de las manos y agranda la foto—, pero si es todo un Adonis
, escribo un insípido 'Hola' y al leerlo, Sara
o, Anne. ¿C
la respuesta —Termina de
ntestará? —pre
a—, si no lo hace se está
o me trates como si f
encoje d
ada por parte de Ariel; no debí hacerlo, de seguro solo quiso ser amable y por eso me i
ebí h
tiene el celular a mano
á sea
pieza a latir desenfrenadamente cuando estás palabras se cambian por la pala
ien ¿y tú? Me encantó volver a verte y po
o que se vue
io gritando, y por primera v
rato contigo, aunque solo hayan sido unos minutos.
je me arrepiento pero ya es tarde,
a mismo. ¿Qué te parece si
Sara quien se mantiene a
O
e parec
el mensaje, con el
e tu casa y te recogeré mañan
to, dentro de un minut
ción de casa y me
que acabo de q
o malo q
ué
mbre —
Por qué? Yo no
e detergente, y tam
nte
para replicar, sin embargo, ella continua—. No la
si recién lo c
a —Hace circulitos con el dedo índice pa
peto sonrien
tiene
ano me trae