sa. Se levantó y se le acercó. Se s

por mi para conocer homb

se qued

..n

ero qué

qué para m

la historia porque no

estuviste una hora

y agradable y

a estab

apo como se v

. ¿Viste esos ojos claros? Es

ía los labio

o me gustan

egu

para ti, por e

recerró l

ara

ue sea

abrió

vantó y se puso las manos en las caderas—. Carolina, soy una mujer mo

rdad er

lvió a s

piensas qu

mó su mano

veo callada. Lo sé porqu

y sus ojos se

go días difíciles, pero no para pensa

verla llorosa. Levantó u

vert

ano que la acar

or preocup

dad no e

éso no puedes d

onseguiré quien me soporte, pero tú si —

limpió la

adoro porque veo a la mujer maravillosa q

os hablan

iendo por qué no buscaste ganarlo para ti. Si él te in

con los pinches hombres, que nomás pien

date de lo que v

e arruinó la v

que no lo entiendes aún. Entonces

él se ve fas

o tú

que yo piense, haz

ría si dejo

teza, ¿por qué

i su

ien, e

agui e Ian. Estuvo tentada a entrar para ver la conversación, pero no se atrevió y con la

bajador y Carolina le respondió con una se

en el descan

usitó caminando ent

en —reprendió Jonás con

e más sonrosadita —si

ina s

rros, se mor

mandarle be

a patrona —dijo Nico y se

tuvo el pas

de Niqui. Hasta que te deshiciste de los ricitos —le sonrió—. Con esa melena que te carga

pretó la

quisieras que yo t

nvitaba a arreglarnos las uñas —

enojó más y se p

mpeoraron su áni

—dijo Reynaldo mientras su h

de la cabeza el poco im

lmente de Magui, ella no existía. No era opción para nadie. Se quitó la toalla de

ntró al messenger. ¿Ya estaba conectada? Notó con sorpresa. Apagó la máquina de golpe

aber regresado de su viaje—. ¿Que pasó con tu dirección

eléfono—. Pero como no la usa, yo la tomé y en ese estar prob

o de Wildcat,

sa amiga y su cará

untó mirando al joven felino que re

i su

quiere, tanto como yo. Y aunque no

dices, después de la

i se

su salvajez... Así

ña es e

. Aunque cree que los hom

recordó abriendo la puerta para entrar.

arolina siente algo e

salvaje estaba interesada en ella. Y c

jer? —inquirió mientras un p