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e gustó l

osa —Le sonrío—. So

ulce de lec

o Sebastián, se emborracho a más no poder tomando vino con el papá de mi amiga y así no iba a exp

a ciudad de Portland, y aunque mi edificio es el más antiguo de la comunidad, es muy elegante, seguro y

e la puerta y juntos caminamos hacia la e

a puerta de tú casa? —Le escu

o, ya hiciste mu

ta. —Susurra

juntos, nuestros trabajos lo hacen complicado, sobre todo el suyo. Ya que él es agente d

sconfíe de él, es un buen hombre, muy trabajador y sociable. Además, proviene de

lindo gesto, asie

este se abren, ambos nos disponemos a salir. Pero mi cuerp

Susurro en un

te. Sobre todo, al verlo desviar la mirada hacia Frank,

ostado y luego más atrás le sigue la chica co

pero antes de que las puertas se cierren, me giro hacia él y frunzo

y llena de reproche,

samiento en voz alta, cre

e, lo

escuchó lo que dije

odo

y este me mira con

nocen? —

nerviosa ante mi impru

como si nada y comienza a

mbién por acompañarme has

odo un placer. Me en

én. —Le sonr

rte a cenar o pasear? Vi que hay nuevos lugares que aún no tengo

edido hace tan solo un minuto— Sí claro, sería un placer. Ya t

te, que d

nas n

uerte abrazo, el cual le correspondo. Cuando lo veo pulsar el botón de

se abren y Thomas sale de este. Frank le da el permiso correspon

, suspiro y agradezco que Frank se haya ido en paz

leto y justo en ese momento, la mano de Th

de la mía y un gemido por la imp

! —Chillo— Que

te idiota? —Dice t

o me había

nad

de analizarme con

e acaba de irs

hillo— Eso no es d

o la puerta lentamente, se adentra a mi casa— Estoy..

su cercanía— ¡Thomas, aléjate

No me voy. ¿Y

empo que siento como mi vista se

de nuevo. Ese sentim

rque yo esté justo aquí! —Dice y marca una línea con la

eña, mi corazón se acelera y no puedo evitar sentirme acorralada en mi p

ante el hecho de que esté justamente aquí, donde

en un hilo de voz, arrastrando las palabras,

s... Sí, me iré, lo juro,

tante, al quedar sin alien

n atr

me a vuelto loca de l

o mi cuello y dejándolo al descubierto. Mi piel se eriza por completo y mi pecho se contra al igual

hag

s que alucinante, esta sens

r, siento como una lágrima vaga de ellos a mis mejillas y mordiendo m

, por

te que te l

ar de mi cabello hacia atrás para segundos después,

, al mismo tiempo que aferró mis manos a su am

rte, no está en

a llegar a mis labios y dejar su huella con un

bría por ser un adolescente —Con su lengua él roza mis labios ahora entreabiertos, deseosos—. Pero déjame decirte algo y algo muy breve... Este adolescente, puede hacerte sentir mucho más de lo que un

n decir más, huye de mi casa cerrando la

ostenerme por mis propios medios, ya que mis piernas tiemblan como gelat

o! —Gimo entrecortada mie

lo que estaba pasando en mi vida en ese momento influyó a la co

lescente del cual podrí

o lo s

gusta mucho u

tiene en sus manos? Me trae igual

o, no quiero pecar con un menor. No quie

elo y segundos después, sien

uyo en mi cuello bastó

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errar los ojos y una mueca en los labios me abandona. Suelto un suspiro cuando el sonido

mismo tiempo que me liber

mi habitación aunque dud

mi parte íntima es una tanga sumamente pequeña. Cuando la consigo, me coloco la

surro sin obtener

a esta hora, me llevo la sorpresa de que no h

ro está despejado, no hay nadie merodeando. L

mo la caja entre mis manos, luego cierro

habitación y al sentarme en la cama,

ntificación.

erior mientras me decido en abrir

ado más de diez minutos debatiendo en

ente es para mí, pues tocaron el timbre con muc

¿Es posible q

he, pero... ¿Atreverse a tanto a sabiendas de que alg

ejor no

go tocó el timbre y dejo la cajita en el suelo frente a la puerta. O quizá

caja, pero en el proceso mis manos comienzan a tem

ltorio, una linda cajita de made

la superficie. Es tan delicada y refin

do a abrirla y me llevo

manos mientras que con la otra tomo el pequeñ

ada detalle, el sombreado.

lágrima me abandona y, no puedo evitar pensar que soy tan l

ada hacia la cajita para ver si hay algo más en su interior, un corazón de cristal me saluda con su herm

oso corazón, cuento cuántas notas son y procedo a leerlas. Ahora más que nunca la cur

al de cinc

ajo el collar con el dije en

te. Mi corazón se elevó y se hizo más grande cuando hiciste del momento más intenso de mi vida, al pos

ndona al confirmar de qui

ber que serías tú la mujer a quien amaría la vida entera. Me acostumbré a verte cada día, a no cruzar una palabra contigo. Sí, me adapté ta

bre la cama, a mi costado y tembl

r supuesto... Como todo adolescente en pleno crecimiento, no entendía en ese momento lo que impli

timo y sorbo mi nariz al mismo t

con el pasar del tiempo, me carcomía por dentro y sentía que estaba muriendo lento. Se volvió torturante, doloroso. Extrañaba llegar a casa y verte en la sala tomando café, extrañaba escuchar los matices de tu voz

das la veces que de alguna manera u otra me sentí tan observa

re estuv

em

mpre estuvo cerca de mí y yo

edo? No, eso es lo

servandome no lo culpo, si todo lo que dice es cierto, sus sentimientos ha

as ocasiones, nunca fue para tanto, nunca

otra y volviendo a sus

habías notado. Estaba intentando salir adelante hasta esa noche, donde pude sentirte entre mis brazos por primera vez, donde pude sentirte tan cerca de mi alma, de todo mi ser y mí coraza se vino abajo. Entonces, de inmediato supe que ya no podría estar más sin ti y que ya no importaba todo lo que había hecho para

Thom

a, aferro el corazón de cristal en una de mis manos. Lo l

Él ha estado enamorado de mí gran parte su

os también brillaban con los rayos del sol. Sus mejillas enrojecidas al él n

sus estudios. La señora Blanch se encargó de hacérmelo saber cada día,

plata que trae el corazón de cristal al rededor de mi cue

un leve

pequeño retrato de mi rostro en la caja de madera, procedo a deja

, emocionalmente, me

Thomas, pero no sé cómo. También me gustaría hablar con él, pero t

ello, no hay nada mejor que

ormir es la m