ink that I c
nothing but
w the meaning
rlasting armsIf I can
, there's nothing to
I can to
t it every n
wings an
eve I
ing through t
eve I
eve I
e I can
el
*
es
pensaba mientras ha
picor en los ojos, cuando parte del líqu
rayos directos del sol a los que había estado expuesto todos esos días, sumándole alguno
ultado del trabajo arduo de muchos hombr
la niña a la casa de la vecina, donde se quedaba después de la escuela, para que esta estuviera presente en el momen
hasta que él regresara de trabajar, puesto que aquella labor requería que
por llegar pronto a su casa, debido a lo agotado que se encontraba, se paraba por rat
ble, asimismo, observaba cómo las madres perseguían a sus hijos con una c
es a la que estaba expuesta. Llegó a la casa antes de pasar por ella, así se daba un baño y enfrentaba al casero sin que esta estuviera p
n fuertes palpitaciones en el pec
fingió sorpresa y
n las que me dan para la comida. Yo te he considerado por esa muchachita que tú tienes, pero
bajo por una injusticia. Yo estoy haciendo un trabajito de construcción, le juro que le adelantaré dos
nada. Yo he contratado trabajos de construcción, a
ó recibirá el dinero de pagarnos cuando te
ces, pero si tú no me pagas mi dinero, yo te saco d
o y evitarse tal bochorno!, y de paso, mudarse a un lugar mejor. Pero solo perdía tiempo y dinero lle
e indirectas, para que los demás escucha
vecina para buscar a la niña, mas
aludó el esposo de
pondió Franco con u
quien estaba sentada en el piso junto a lo
captó su
espués de llenarla de besos, él la devolvió
ue sé que viene cansado de ese trabajo.
alimento con añoranza. Trató de disimular las ansias y
ordaba el pasado con nostalgia. Era increíbl
micas, caminar por las calles tranquilas y pulcras de su a
s no se hayan colado en el mosquitero de su niña y, ve
piento de haberte tenido. Yo solo quiero darte una me
sp
y se recostó al fin. Estaba tan c
ado, que pronto
*
te años
mayor de edad y puedes beber todo lo que quieras —insistió Eri
tengo entrenamiento —re
s y dio un sorbo a s
reció de repente. Ellos estaban en la casa de un amig
un largo rato, Franco cedió. Un poco mar
buceó, perdido e
scucharlo y le agarró el
ndonó y yo estoy aquí contigo. Mi amor
una repuesta, mas ella empezó a b
y se lo llevó a rastras. Ambos subieron las escaleras y entrar
a y con cara de pervert
placer que esta le provocaba con la boca. Ella lo
ropa interior y, con todo y vestido, se enterró en la erección de él. Con gemidos exagerados, e
ñoliento, debido al gran p
dió porque se había quedado dormido—. Franco, despierta... —Le palmó l
su boca, mas se tiró en la cama
s des
, ya que este representaría al país en la com
esos y abrazos, acompañad
vuelo. —Su padre los separó. Este se iría c
¿podemo
ido de Erika y se
. —Se mordió el labio infe
rme,
razada —sol