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Historia
Virgen Comprada y otras historias

Virgen Comprada y otras historias

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Capítulo 1 Virgen comprada Parte A

Palabras:4947    |    Actualizado en: 10/11/2022

ítu

Made

razón le dan la libertad condicional. Nuestros padres murieron en un accidente automovilístico causado por un conductor ebrio, y nuestro tío Enrique nos mantuvo con él, pero es un hombre violento, nos trató como animales, nos golpeaba y nos agredía, pero el día que quiso abusar de mí hui junto a mí hermana, fui a la policía

Patricia, una amiga de confianza. Pero ella debía irse al a

ondo—. Suerte y espero que te vaya mu

o Mendoza, posee un negocio llamado: Dulce placer que trata de subastar a las vírgenes, las chicas de la universidad visitaban este lugar, la necesidad del dinero era las que las motivaban para hacerlo. Me siento frente al señor Mendoza en su oficina mientras él mira mí cuerpo, estaba evaluá

n, te acep

ivo. Un guardia me lleva por un pasillo lleno de habitaciones con puertas de caoba, me dice que ingrese a una y espere. Visualizo una enorme cama y lo único que puedo hacer es sentarme en la orilla a esperar mí comprador. Mis nervios están disparados. Esta noche tendré sexo con un extraño. Mí cabello castaño es un desastre, mis ojos están muy abiertos. Tengo un poco de miedo. La ropa que llevo puesta no es nada sexual y no se si esto seria un problema. Siempre había fantaseado con cómo sería mí primera vez. Tocar a un hombre, ser

z es oscura y profunda. Mí fr

ediendo. Vendí mí virginidad y

espondo

ta es realmente mayor; quizás a finales de los treinta. No es que pueda decir mucho mirándolo. Me mira, con las manos a los costados, pero no parece nervioso. Me observa fijamente con sus profundos ojos azules, me sorprende la forma en qu

itar mis nervios, cada palabra es una irritación. Todo lo que tengo que hacer es recordar a mí hermana en el hospital y eso me impulsa hacia adelante. No hay forma de que esté aquí por ninguna otra razón que no sea mí hermana. El hombre, mí dueño, agarra mí barbilla e inclina mí cabeza hacia atrás— .Ahí está. Ahí está ese fuego que vi —dice. No tengo idea de lo que está hablando. Acaricia mí mejilla y soy muy consciente de su estado completamente vestido. Su pulgar se desliza por mis labios y los mantengo cerrados—.Entonces, quieres que te quite tu virginidad ¿ser jodida por un hombre de verdad?—pregunta. Nuevamente, no digo nada. Estoy atrapada en sus toques. En el momento en que su dedo se deslizó por mis labios, sentí una tensión dentro de mí. Cuando habla, su voz me excita. No quiero que se detenga. Nunca antes había estado tan excitada e irritada—.Abre—me ordena. Su pulgar presiona mis labios y me abro. Empuja dentro y lo miro. Dentro y fuera, presiona—.Esta boca fue hecha para chupar una polla grande y bonita. Tenemos esta noche, y para cuando termine contigo, ya ninguna

ítu

a Al

on lo mío. Siempre quise una mujer sin experiencia, para enseñarle a como montar, chupar y follar mí polla. Este lugar es visitado por todo tipo de pe

de nuevo—nos

a ver lo que tienes para nosotro

en elegir. Pero esta mujer era diferente. La mayoría de los hombres no habían hecho una oferta por ella, pero vi algo cuando la miré. No reveló mucha carne y, en comparación con las otras mujeres, estaba más regordeta. A pesar de que trató de ocultarlo, vi esos senos y ese trasero, y tengo que decir que, con ella desnuda debajo de mí, no estoy decepcionado. Se supo

tonces recuerdo que no tengo por qué serlo. Ella es mía para tomar. No tengo que ser amable ni hacerle pasar un buen rato. Ella está protegida con el guardia fuera de la puerta. Mendoza se asegura de que sus hombres siempre se queden quietos. Lo último que quería era que entrara el guardia.

toy listo para meter la polla. Necesito probar a esta mujer. Desde el momento en que vi su fotografía, sentí esta necesidad de estar aquí. Para llevarla a la cima del orgasmo. Para mostrarle lo bien que podía ser con un hombre. No era así como debería ser la primera vez de una mujer. Debe haber muchas flores, cena y algo especial de antemano. La acumulación de intimidad que tienen todas las demás mujeres. Sin embargo, no tiene tiempo para eso. Lo veo en sus ojos. El dinero para esta mujer es un último recurso. Nunca he sido de los que se preocupan por los asuntos ajenos. Beso su cuerpo, tomo cada pezón en mí boca. Ella se retuerce debajo de mí, y me encanta la sensación de su cuerpo suave contra el mío. Deslizo mí lengua hasta sus senos luego su vientre hasta llegar a su coño. El olor de su sexo es fascinante. Se me hace agua la boca por probar. Ahora soy un hombre quisquilloso. No me gusta probar el coño de una mujer. La idea de poner mí boca donde ha estado la polla de otro hombre no me atrae. Pero esta mujer es pura miel. Nadie ha sabido lo dulce y sexy que es. Me pregunto cuántas veces la han pasado por alto, los hombres simplemente la miran antes de decidir llevar a otra persona. Su pérdida es ahora mí ganancia. Por encima de su coño, abro los labios. Su clítoris está hinchado y se ve tan hermosa. Quienquiera que sea esta mujer, es una belleza. Deslizo mí lengua por su pequeña protuberancia, la escucho jadear. Sus manos aprietan la sábana a cada lado de ella. ¿No sabía que iba a haber placer? Tomando su clítoris en mí boca, lo chupo con fuerza y ese jadeo silencioso se convierte en un grito y enciende mí cuerpo. Sosteniendo la protuberancia entre mis dientes, deslizo mí lengua hacia adelante y hacia atrás. La miro, viendo su arco. Esos senos perfectos, jugosas y maduras están temblando mientras la provoco. Sus piernas permanecen abiertas. Ni siquiera necesito mantenerlos agarrados. Veo el cambio dentro de ella y lo siento cuando su pelvis choca con mí boca. Ella se está acercando tanto. Quiero sentirlo en

bien—re

entro. Ella gime, sus dedos com

gusta la sensación de tu coño envuelto alrededor

que así sería, pero no pensé

po es tan sexy. Me encanta. No puedo tener suficiente.

diste e

se—d

qué?—p

señor Mendoza dijo que ni siqu

son

, o hablo o te follo.

cio por un momento. Pe

forma tradicional donde el hombre invita a u

tiempo para que las vírgene

plemente se quedó calla

ítu

a Ma

n el primero. Creo que es realmente injusto que los hombres no sientan ningún dolor. ¿Por qué estoy pensando en estas cosas con este hombre, est

í—dice, pienso que se estaba refirie

haces esto a m

rtar la mirada. No quiero apartar la mirada de él. Me muerdo el labio, trato de no moverme. Se siente raro dentro de mí, pero

bvio que había hech

ra y te dijera que era la primera

dad odio la mentira—

a?—dice sin

o. No hay caballero ni príncipe esperándome al final de la n

nena, siénteme dentro de ti. Estás tan jodidamente apretada. Tienes un coño bonito y estrecho. Ya no eres virgen. Yo soy dueño de eso. Soy dueño de esa parte de ti, y nunca me la quitarás —dice en un tono posesivo. Una de sus manos se mueve por mis costados, presionando mi cadera, manteniéndola firme dentro de su agarre mientras avanza con más fuerza, montándome, llevándome a otro lugar, o al menos así se siente. No se que hacer. Aferrarse a la sábana parece una buena idea. Conduce dentro de mí y no puedo apartar la

ento hasta el día de mi muerte. Conduce dentro de mí una vez más, su gruñido se derrama fuera de su boca al mismo tiempo que su agarre se aprieta en mi cadera hasta el punto del dolor. Tendré moretones por la mañana, pero está bien. Su polla late mientras una ola tras otra de semen se derrama en el condón. Finalmente, después de que termina, no se demora. Sale de mí y se sienta. No sé qué hacer más que cerrar las piernas. Observo mientras se baja de la cama. No se pronuncian palabras mientras se quita el condón y lo veo envolverlo y tirarlo a la basura. Ni siquiera quiero pensar en todas las mujeres que han estado aquí antes. Vuelve a la cama, y por un segundo estuve seguro de que lo vi temblar. Se va en un abrir y cerrar de ojos. Ninguno de los dos habla. El aire está carga

N

ieres i

a sobre ti?—digo

sde los míos hasta mi cuello. Chupa con fuerza hasta el punto de que habrá moretones. No me importa. Esto se siente tan bien. Mejor de lo que jamás había imaginado. Cuando me mantiene quieta y su boca continúa viajando, un grito ahogado se me escapa cuando sus labios comienzan a pellizcar y chupar mis pezones. Cierro los ojos, sintiendo el placer salir de mi clítoris. Sabe lo que hace. Este hombre puede follar y volver loca a una mujer de anhelo. Incluso cuando me muevo en su regazo, tratando de acercarme a él, de poner presión en mi coño, él no se mueve por lamer y chupar mis senos. Nunca pensé que mis pezones fueran tan placenteros, pero con la forma en que los toca y los acaricia, me vuelven loca—.Tan jodidamente sexy y hermosa—añade, una de sus manos soltó mi cabello y gimo mientras se movía entre mis muslos, acariciándome. Dos dedos se sumergen profundamente mientras su pulgar acaricia mi clítoris. Mon

resp

, succiono más de él en mi boca hasta que estoy gimiendo. Su semen se desliza por mi lengua mientras lo trago. Cada vez que me golpea la parte posterior de la garganta, me agarra del pelo, tirando de mí para que no me ahogue con su longitud. Es un hombre grande y cuanto más lo asimilo, más saliva hago para que esté empapado. Algo se escurre de mi boca sobre mis rodillas dobladas. Sus gemidos me excitan aún más. De repente, se pone de pie, su agarre todavía en mi cabello mientras comienza a balanc

l primero

cer una pausa por un segundo, y luego desaparece. De

esa dos dedos dentro de mí, gemí de nuevo de placer, este hombre es realme

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