Scarlet ya no tenía a nadie en quien confiar. Era tan solo una estudiante de diecinueve años.
Kyra había fingido ser amable con ella como parte de su plan para lograr que le firmara los papeles que necesitaba. Pero no esperaba que Scarlet fuera tan terca y desagradecida.
Furiosa, sujetó el rostro de la joven por la mandíbula con una mano y señaló el contrato con la otra, obligándola a firmarlo.
Scarlet miró a Nolan, quien se encontraba sentado frente a ella.
Él era su padre biológico. Sin embargo, no parecía importarle que Kyra la estuviera agrediendo físicamente y simplemente se recostó y las miró con una expresión indiferente en su rostro.
Aunque ya se había acostumbrado a la frialdad de su padre, la joven no pudo evitar sentirse desconsolada al verlo.
La obligaron a firmar y sellar el contrato.
La verdad era que Scarlet podría haberles dado todo sin pelear, pero ellos habían elegido ser groseros con ella, lo cual mostraba claramente el tipo de personas que eran.
Nolan realmente no merecía ser padre. Estas personas no tenían ni una gota de humanidad en ellos.
Scarlet se sentía impotente en ese momento. Sabía que, incluso si los demandara, ellos encontrarían la manera de callarla. No tenía más remedio que aceptar la derrota.
"¿Puedo irme ya?".
Scarlet se levantó, con la espalda bien derecha y los puños apretados. Al hablar, puso el énfasis suficiente en sus palabras para mostrarles que jamás se acobardaría frente a personas tan horribles como ellos.
"Eres igual a tu madre. Ella podría habernos ahorrado muchos problemas si hubiera accedido a divorciarse de tu padre cuando se lo pidió por primera vez. ¿Por qué tenía que ser tan terca? ¡Maldita perra!", maldijo Kyra.
Los insultos hacia su difunta madre hicieron que Scarlet sintiera que le clavaban una estaca en el corazón.
Se juró a sí misma que algún día se vengaría por todo. Por su madre muerta, por su hermano desaparecido y por todo el dolor que había sufrido a lo largo de los años a causa de estas personas.
Ella sería quien ría al final. En ese momento, se encontraba demasiado débil para pelear y no tenía el apoyo suficiente. Primero tenía que trabajar duro y construir una vida para sí misma.
Sin siquiera perder más tiempo, Scarlet se dio la vuelta para irse, pero Colleen se interpuso en su camino y la detuvo.
"¿Qué más quieres de mí?".
La joven frunció el ceño. Ya habían conseguido sacarle todo su dinero. ¿Qué más podrían querer?
Colleen dirigió su mirada al vientre de la joven, lo que hizo que esta se sintiera un poco incómoda.
Sintiendo que el corazón se le subía a la garganta, Scarlet se llevó las manos al vientre por reflejo.
"Lenny ha estado en el extranjero desde que ustedes dos se casaron. ¿Cómo pudiste quedar embarazada? No puedo creer que hayas tenido el descaro de meterte con otro hombre mientras él no estaba aquí. ¿Qué sucedería si la familia Foster descubre que has engañado a Lenny? Si no quieres encargarte de ese bebé por tu cuenta, podemos ayudarte a deshacerte de él. La familia Foster no puede enterarse de esto".
"¿Cómo sabes...?", Scarlet se sobresaltó.
Ella misma acababa de enterarse de su embarazo y no se lo había dicho a nadie aún. ¿Cómo podía Colleen saberlo?
Sabía muy bien por qué se ofrecían a ayudarla. Creían que ella le había sido infiel a su esposo. Si la familia Foster descubría que ella había quedado embarazada de otro hombre mientras seguía casada con Lenny, definitivamente le quitarían todo lo que él le había dejado en el acuerdo de divorcio. Eso significaría que la familia Brown terminaría sin nada.
Nolan, Kyra y Colleen comenzaron a acercarse a Scarlet lentamente y la rodearon como tiburones a su presa.
"No... No se atrevan a hacer algo imprudente. Este niño... Es de Lenny, ¿de acuerdo? ¡Si me ponen una mano encima, tendrán que vérselas con él!".
"Eres una terrible mentirosa, Scarlet", se burló Colleen. "Tú y Lenny solo se vieron dos veces. La primera vez fue cuando se casaron, y la segunda cuando se divorciaron. Estás embarazada de tres meses. Hace tres meses, tú estabas en casa y él en el extranjero, por lo que es imposible que sea suyo".
"Agárrenla y llevémosla al hospital para un aborto. Este asunto tiene que quedar resuelto hoy", ordenó Kyra.
La familia temía que Scarlet se resistiera, por lo que habían preparado anestesia con anticipación y se la inyectaron directamente en el brazo.
La joven luchó tanto que no pudieron inyectarle toda la sustancia, pero sí la suficiente como para debilitarla.
Una vez que pudieron controlarla, la llevaron al hospital.
El anestésico hizo que la joven se sintiera mareada, pero estaba lo suficientemente lúcida como para saber que se encontraba en una sala de operaciones. Intentó resistirse con todas sus fuerzas, pero su cuerpo estaba demasiado débil. Todo lo que podía hacer era mirar con horror mientras el médico llevaba a cabo el procedimiento. Desde donde estaba acostada, podía ver los brillantes bisturíes de acero inoxidable y otros instrumentos quirúrgicos.
"No, por favor. No quiero abortarlo. Por favor, no...". La joven sollozó y suplicó por piedad.
Todavía no había decidido si quería abortar o no. Mentiría si dijera que no había pensado en esa posibilidad. Pero definitivamente no era el momento adecuado y, no estaba dispuesta a perder a su bebé en contra de su voluntad.
Algo dentro de ella quería dejar de luchar y aceptar su destino.
Sin embargo, acostada en la fría mesa de operaciones, estaba realmente aterrorizada.
No. No podía dejar que mataran a su hijo. Su bebé era inocente.
Ella no tenía más familia en este mundo. Estaba completamente sola y ese hijo era su oportunidad de tener una familia propia.
Si no fuera porque recordó el último deseo de su madre, Scarlet no habría podido aguantar.
Quería proteger a este bebé, tal como su madre la había protegido a ella toda su vida.
La enfermera le había dicho que los anticonceptivos fallaban en un tres por ciento de los casos. La posibilidad de que eso sucediera era muy pequeña, pero aun así ella había quedado embarazada. Eso solo podía significar que había llegado a ella porque así estaba destinado.
Scarlet sentía que debía quedarse con su bebé, dar a luz y criarlo.
Incluso si tenía que hacerse cargo de él sin Lenny, creía que mientras colmara a su hijo con suficiente amor y cuidado, todo estaría bien.