es

o

un bu

opellar a

delante a un peatón. Grito, freno el Jeep de golpe y salto fu

a? Hay gente que muere por tragarse monedas o intentar abrazar el reflej

Varias personas mueren por

No es como si alguna vez haya querido atropellar a alguien —apresuro a corregirme, aunque muchas veces dij

incuenta millones de personas tuvo q

s, por favor, inhala oxígeno por las vías aéreas supe

e RCP que tomé el verano pasado. No quiero tocar un cadáver o, por lo menos, no uno que no sea utilerí

por favor,

No se escuchan ni los pájaros y no logro gritar ya que tengo un hilo de voz. Sin saber qué hacer, me atrevo a tocarle el hombro y

lindo para mor

spirando cuando un repentino grito me s

los escalones de un porche y corre hacia nosotros con dos pequeños rodetes azules que r

e es

ido, como los de un lector relámpago, mientras ap

mínima, probabilidad de heridas m

el bolsillo del su buz

octor House es esta? ¿Acecha tras su ventana

or favor, dímelo —rueg

dos. No salgo corriendo porque estoy en contra del

las pupilas responden correctamente. —Le examina las orejas, la boca, la nariz y hasta las axilas en cuestión de minutos—. Conclu

a la tal Akira con desconcierto y

cor

todo lo que estuvo

e estar muerto. Por casualidad, ¡¿no tienes algo qu

bisturí, lo cual sea

esperar a que Zeus te oiga y nos lance un rayo. —Se e

estupefacta para cuando su expresión anterior se

asa a esta

erancia automovilística. ¿Cómo es que siquiera conseguiste la licencia para conducir? El que te aprobó debió haber tenido una fiesta de d

claro

ersona. Escapo de mis problemas en mi antigua ciudad para s

las para ti; pero como tu amiga debo decir que no sé qué esperas p

cómana prefiero que me atienda Víctor Frankenstein. No obstante, mient

ejar a los chicos inc

ejé inconsciente al actual esposo de mi exniñera, la cual r

atropellaste,

sa, aunque ni esos coches sabía maniobrar. Los hacía estamparse contra una pared y con eso se

lo subimos por el pórtico de su casa, pero estiro el cuello tanto como puedo, porq

to. —Sus ojos cafés b

ue me gusta inconsciente por

a un poco lo que podría pasarle a un ser humano estan

pellé a otro, ¿estás segura de

omo podemos. Ella le acomoda la cabeza y le sube los pies mientras me arr

mano inerte del su paciente ilegal y dobla tres de sus dedos, dejando el índice y el dedo medio en alto en un lindo sign

phy —me

e un knockout con su coche o alcohol, y a

a humana mientras me sonríe. Para no ser descortés,

la ciudad, for

l

emana

ero —recalca por cuarta ve

bre el asunto, y tampoco me apetece que Kassian se despierte, c

ndola mientras ella está e

llegar a donde estoy. Veo sus zapatos antes de que se arrodille con la intención de qu

e hay exasperación en su voz cuando la recu

Con un suspiro, se pone de pie y se aleja. Sabe l

tuyo no bastan. Deja de estar presente en su v

mbido que proviene del refrigerador llenen el vacío

aste? —p

os son iguales a los míos y a los de papá, pero la parte pertinent

por... —

Kassian el vi

jo no tan bien pagado y del padre de su hijo que se comporta como un

a no siempre será as

Una vez que salgo del complejo, la calidez de la brisa de mediados de junio me recuerda que falta

ma a paso diligente. Los interminables y lujosos edificios brillan a la distancia y acaparan la atención que las construcciones que hay en estos lugares jamás tendrán. Mis dedos se mueven inquietos mientras guardo la imagen en algún lugar de mi cabeza, lejos de la

iorizan lo que sienten causando destrozos. Lo probaría de no saber cuánto le costará al dueño repararlo, de no imaginar el frío qu

igual y veré que no puedo cambiarlo. Mi pasado seguirá convirtiéndose en mi presente, y mi futuro volverá a verse amenazado con ser una réplica de lo que, d

ecesario contestar; pero con cada segundo que pasa, me imagi

estar —señala una familia

a esta hora. —Reduzco

n de sem

i, un cliente de último minuto, ¿l

ánto es

de favor... —Sé que quiere añadir algo más, per

Lo que sea que necesi

ejo que la jefa