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Sofía creyó en un amor de cuento de hadas por diez años, construyendo un imperio junto a Alejandro, su prometido. Pero la ilusión se derrumbó cuando él, excusándose en una crisis ficticia, le redujo el salario a la mitad. Esa misma tarde, su asistente, Camila, presumía en redes sociales un Mercedes Benz nuevo y un ascenso, agradeciendo a su "jefe del año" , Alejandro. La humillación la quemó, la traición era descarada, y su mundo se vino abajo. Al día siguiente, él la acusó de sabotaje en público, con Camila a su lado, en una farsa que buscaba humillarla aún más. Lo que no esperaban es que, en vez de lágrimas, Sofía los miraría con una calma helada. Con la voz firme, declaró: "Renuncio" . Era el fin de una era, pero el comienzo de algo nuevo. En los días siguientes, Alejandro intentó manipularla, primero con disculpas vacías y luego con más trampas, sin saber que Sofía ya había forjado una alianza estratégica. Ella lo confrontó, revelando que había vendido la casa que compartían usando un poder notarial que él, en su ignorancia, le había firmado. El shock en su rostro fue su triunfo, el verdadero fin de su relación. La vida de Sofía cambió, pero Alejandro no se detuvo, intentando arruinarla y difamarla, hasta que su propia red de engaños se desmoronó. En un giro macabro, la verdad de Camila salió a la luz en un juicio, desatando una tragedia que mancharía a todos. De forma inesperada, Sofía se convirtió en la heredera de Alejandro, convirtiendo la fortuna teñida de sangre en la Fundación EOS, un faro de esperanza para futuras víctimas de abusos.