ión. Debido a que no estaba de buen humor con s
cena en la cama de Esteban,
u cena -Maite le so
favor voy a necesitar que en unos minutos, me traigas una carpeta roja
en un rato se la tr
s -Le d
so -Dice y
u teléfono, respondió algunos
sala se encontraban la mejor amiga de ella y su mamá. Ambas sonrier
acercó a ella
ro ¿no trabajas hoy? -Le p
arde libre -Est
estás? -Aman
te por estar con mi madre y c
sto. Sabes que tu mamá es como, otra m
ntó Estela a su hija, con una sonrisa en el
ada-. Él es Gustavo, es el hijo
-Estrechó su mano,
nares -Se
, para servirle
mbió al haber escuchado
Ferrer? -Preguntó intrigada. T
mi padre -Le respondi
e preguntó Cecilia, con
pensativa, se se
ca su medicina, ya v
do el ceño, preocupada. El repentino cambió de
o, me duele la cabeza -Algo tenía Estel
udó a levantarse-. Espérame aquí, ya vu
o te espero -
e aterraba. Los recuerdos invadieron su mente, para martirizarla. Daba vueltas en la cama, se sentía intranquila de tan sólo pensar
almohadas por unas nuevas; estaba muy concentrada en su trabajo y algo contenta porque se sentía cómoda en el lugar en el que estaba. Sin ella da
equeño susto, pero sonrió a
as ganas de verte -Le
estás comprometido, tendrás un hijo -Le explicaba, con algo de tristeza-. Tú y
ijo, con sinceridad- Y, si no fuese a tener un hijo, no me casara;
eligroso -Sinceramente le preocupaba q
nada más. No te voy a mentir, si me voy a casar, pero sólo serán por estos meses, mientras n
te cases y terminemos esto; es lo mejor para lo
los labios y con
y te lo voy a demostrar -Le dió un bes
ginas cuánto -Una pequeña lágrima s
sentó en la cama, a ver si así dej
, debo buscar la forma de hacer que se salga de esa casa. Por nada del mundo se
aquí conmigo y por traerme -Cecilia se si
que agradecerm
o beber algo? -Le preg
co que quiero en este momento es un be
.
as gabetas de su closet. Por un momento pensó en Gustavo, no lo veía desde la ma
cruzó con Maite y aprovech
e te veo, necesito preg
, se detuvo a esperar
los trabajando aquí, te conozco hace mucho -Le explicó, haciéndo
ómo digas -El
llama la mamá de Ce
án divorciados y aún así a veces lo usa, pero su verdadero a
nsó que había
pitió Maite, con en
lgo sorprendido y sacado de onda-. No, no pu
la muchacha que alguna vez trabajó aquí hac
mí -Estaba sorprendido por lo que Maite le dijo -¿Tú seguiste en contacto con ella,
ó que no te dijera nad
ó la voz-. Se fué sin explicarme. Lo último que supe de ella fue que, se
aba embarazada -Le dijo Ma
do embarazarse tan rápido? -Frunció el ceño, estaba algo confuso-. Espera, ¿a cas
ar a Esteban-. Lo que sé es que, se casó con é
me dijiste que no me podía morir, según tú sin antes ver a Gustavo casado. Pero ahora que lo pienso, eso fue mentira; tú
más que decirte
cultando, cueste lo que me cueste
sas y en la posibilidad de que Cecilia fuese su hija. Se sentía desesperado, los recuerdos le carcomían la mente; no dejaba de fruncir el ceño
rdos lo que lo hicieron son
e diste una hija, Es
cuando la tenía cerca. Aunque el creyera y sintiera que es su hija, debía buscar la m