* * JADED * * *
nda— muchas gracias —le digo al des
—. De hecho, soy yo el que te debe unas disculpas —agreg
mbién he tenido responsabilidad —le digo de forma
cé a caminar rápidamente para llegar a mi departamento cuan
etar una relación con Carrie; sin embargo, me e
ue veo una mano pasar frente a mis ojos— Señorita —escucho
—respondo al
l l mirarme con curiosidad—. ¿Hay algo más
amente—. Perdón, perdón —agre
reocupe —responde r
e pido—. Mi único problema era mi ropa mojada —le preciso al mirarlo—, pero aho
—cuestiona él n
rmeza; y le sonrío (gesto al cual soy corres
ra? —vuelve a cuesti
l mirarlo a sus ojos, los c
los de Evan», prec
hasta su casa —propone el d
a porque creo que no hab
ca a esta zona —le miento, ya que, en sí, este parque no estaba tan cerca
o estar convencido al c
go—. Muchas gracias po
a él en forma
untualizo—. Solo… mu
é agradecer —respond
amento a hacer lo que tenía planeado: llorar para poder dejar salir la especie de frus
arde», sentencio en silenc
había sufrido daño alguno, y después, m
determinante para mí. Llevaba demasiados años enamorada en silencio de mi mejor amigo y esto, de alguna manera, me asfixiaba. Me asfixiaba porque, muchas veces, sentí la necesidad de confesarle
an alto volumen —oigo una voz muy cerca d
segundos, el desconocido se coloca delante de mí y me detien
auto —me responde
ebería hacer eso —le recomiendo al tiempo en que res
blarle muy cerca la sobres
ás de lo que debería —le comunico—. Aunque más cuidado debería tener usted —añado de pr
fiere? —pregu
s, el que sea, y usted ya habría estado en el piso —preciso muy
ted de temer —p
le digo muy seria; y
después, colocarse a mi lado y, así
de todo, el tipo no me inspiraba demasiada confianza (parecies
a y, cuando sigo hacia donde señalaba su d
rrogo incrédula al reto
sonríe—. ¿Le gustan los autos de
iendo la belleza de cuatro ruedas que
acercarse a verlo
erca, cada detalle del automóvil; sin embargo, no sabía qué tan seguro era aproximarme al
divertido al observarme—
a —contesto sin
secuestrador —c
ura de eso? —pregunto al
iría un lugar público y tan concurrido como este p
ustificación que daría un secuestr
en sentido del humor —m
cepto de “buen sentido del humor” —respon
único que se limita a responder
ir otra calle muy distinta a la que se encontraba su auto—. Espero que tenga un
nte de agua —sonríe; y yo hago lo mismo—. Que… también tenga un
o que me digo, en silencio,
cir música en mi celular y, en esta oportunidad, “Thank you
cuando, de repente, veo la imagen del desconocido posicio
ngo, pauso mi música y, final
de? —le pregunto
e tiene motivos suficientes para desconfiar de mí —precisa
enti
mpañarla hasta su casa
rumpo—. En serio, estoy bi
desea, vamos caminando —propone—. Yo no tengo problema alguno con ello —comunica—. Y si eso no le parece suficiente, puede tomarme una fotograf
a fotografía a usted y a la placa
la acompañe hasta su ca
ice en serio? —vuelvo a preguntar— Porque yo sí le tomaría la palabra —l
ora? —es lo único que agreg
le tomaré una foto a usted y a s
y, luego de ello, procedo a toma
preguntando… “¿Y quién es ese bombón?”, lo cual me hace sonreír, pero
ografía a mi mejor amiga —
arece bien
quel y, cuando llego, no pierdo el tiempo y me ded
a mucho —articul
iar a la belleza que tenía al frente—. Bien… —exhalo con suavidad— eso sería
pañarla? —cuestiona él
rlo con curiosidad—, pero antes… —
ro…
pañarme? —le pregunto inter
acompañé, hasta su casa, a la mujer que tiré a una fuente de agua por mi imprudencia al correr sin tomar en cuenta a
go como para que
—concreta algo apenado—. Porque, no es que quiera librarme de cualquier responsabilidad, pero yo venía gritando —me informa— y me pude dar cuenta de que me había robado la atención de todos en el parque —añade—. Y me parece un poco extraño que usted no me haya
evidente?», form
er dicho eso —vuelvo a o
onces le pediría que no se moleste en hacerlo —señalo tajante—. Mi casa está muy cerca y llegaré a ella cuanto a
erde que esa es solo una de mis razones —enfatiza—. La principal es porque deseo acompañarla; no me sentiré tranquilo hasta que me cerciore de que llegó bien a s
yo notara que alguien no se siente
muy animada—, pero le t
—pregunta
an cerca —le infor
roblema para mí —se
que, en realidad, no está muy cerca —
íamos apresurarnos en ir hasta su casa para
a—. En ese caso, creo que lo mejo
acompañar, luego, puedo tomar un taxi pa
digo—, pero ya le advertí qu
e ese no es problem
de nuestra conversación, ambos empeza
ven —pronuncia él de form
—puntualizo mientras camino a su l
la él al extenderme una de sus
unos segundos para después regresar mi aten
—comenta él— ¿Por qué te pusier
cuente la histor
ta —responde am
s dirigimos a mi casa mientras me dedico a contarle