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Historia
Conquistando el mundo

Conquistando el mundo

Autor: Mia Alcaraz
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Capítulo 1 El inicio del juego

Palabras:2515    |    Actualizado en: 12/02/2021

iv

meses

nspiro un par de veces hasta recuperar el aliento, la intensa carrera hasta el refugio me deja con la respiración acelerada. Sin

elate su posición. El sonido de una hoja seca a mi espalda me alerta. Alzo el arma y giro la cabeza en busca del objetivo, la banda de dos centímetros roja ubicada en el brazo derecho hac

ona de la derecha. distingo un leve movimiento, fijo la mirada y el adversario no tarda en ofrece

Apoyo la culata de la marcadora en el hombro, con la ayuda de la mirilla apunto al centro de

o de batalla. Nos refugiamos tras una arboleda. Mi hermano decide subirse a un árbol para darme cobertura

ura amarilla que me cubre medio muslo. Cabreado por no ver a Samuel en la rama del árbol de al lado, lanzo la marcadora de paintball al suelo sin

para de reírse con su compañero de equipo, uno de los chicos del orfanato

presa sin dejar de

scullo mientras me quito

sa de madera que tenemos dispuesta co

en apuntarse. Ha sido de los últimos en salir del terreno de juego, por primera vez, no me mintió al asegurarme que era un excelente jugador, ya q

o de juegos, regresa del aseo ya desprovist

l verme limpia

es fuera

io de los juegos online y competitivo como él solo; pero de

on ironía—. ¿Tú qué crees? Samue

ras mira a mi hermano y a los adolescentes que hoy n

cara. Odia que lo lla

perto? —inquiere, col

más bajo y debe alzar la ca

cen en una pelea, me

r, Diego. Es

siempre dice que no valgo para nada —reta a Vázquez con la mirada—. Cuando estemos en el jue

bientado en la Edad Media. Entre Abel, Vázquez y yo le enseñamos

, inexperto —puntualiza mi amigo,

es pronto, ya existen los primeros piques entre jugadores. El proble

pre que estáis juntos pasa lo mismo —

ra que entienda lo

retar a todos los miembros de la tribu, recuerda quién te enseñó a jugar. Todas esas energías dé

uite tantas horas al día. Según él es tiempo que desaprovechamos para est

igual? —bromea Diego

ado por pueblos bárbaros, lo que me ayudará a crecer más rápido que al resto. E

o para quitarme las malas vibracione

ázquez—. Si la hubieses atacado e

conversación con ella en el primer ataque recibido el jueves después de que acabara el plazo de protecc

be el mundo la co

demos la ronda. Como cada sábado, los hermanos Suárez, junto a amigos que

stalado en el asiento delantero del autobús una v

a de Abel, una ma

detalle, pero de

parciales para esta semana y termi

evas? —se in

ante

evera está vacía. Cierro la puerta de casa y voy directo a la cocina donde deposito los alimentos adquiridos. Ap

iciada sesión no tardo ni dos segundos en conectarme a Slava,

mitad de la habitación al ver más de

ento de los pueblos activos y eso es lo que nos hemos propuesto todos. Lo malo es que la mosca cojonera de mi vecina se empeña en complicarlo. Y por lo visto no so

a mejor que hacer que tocar las

ya que la chica me hace estar las veinticuatro horas de

achas, lijas —es como llamamos de forma coloquial a la caballería l

e Sigrún tiene sobre mí. Pero esto no queda así, vaya que no, pienso explicárselo a la niñata. Estoy seguro de que

sas de perder tropa

illo conectada porque

e rehacer siempre las mismas

—mascullo, dando u

e dice a ti que n

ado entretenido sacando las tropas d

s de decir ninguna burrada, no v

ón, aprovecho tus visitas

erdona qu

siguiente objetivo e

lama su

Aquí t

os mundos, tuve la desgracia de topar con jugadores similares y el resultado fue que

panda de mamones que tengo por compañeros, no tardan en responder a mi hilo. «Te ha tocado la tocapelotas del mundo», «No la ataques mucho, no sea que se enamore de ti», «Esa

stante agradable al trato y según me cuenta, si no empieza así con los chicos no la toman en serio por eso de ser mujer. Grave error por

ios, las sesiones de fotos, Slava y las excursiones con

e cuesta convencerla de que no debe preocuparse, ahora mismo lo único que deseo es finalizar los estudios. En mi cor

asa de Abel para hacer la tradicional barbacoa, una tr

mplia familia que formamos. Abel es el encargado de bendecir los alimentos dispues

estas paredes da la sensación de que nos llevamos bien, pero dentro todo regresa a la normalidad, cada uno se encierra en su

yo toman otro rumbo. Con ella no utilizo la fachada de seductor empedernido que suelo usa

e comenzar a hablar. Aunque deduzco que esta tregua durará poco, nuestras tribus están a un paso de declararse la guerra. Si ninguno de los dos somos capaces de convencer al resto de unir fuerzas, antes o después nos veremo

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