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Historia

Capítulo 5 Señor misterioso

Palabras:2762    |    Actualizado en: 13/02/2024

yd

e se anuncia so

adre, después de

encontrarán contigo. Es seguro ya se ha tanteado

spués de 4 malditos años al fin estoy a 6 semanas de salir de aquí. He tenido que mante

cuentro se hará ahí, es un

iera a mi habitación —reclamo. Sé que fue él

encio que confir

, te gusta —se justifica—. Te v

é de s

os, dándome la razón. Alcancé el móvil y caminam

que era la chica del club. —Me mira impasible ante su metedura de pata. «Tiene suerte de

sp

declinar la propuesta de esta noche —avis

uestas quiero y cuales no. A diferencia de los otros carteles que buscan hacerse notar, la 'Ndrangheta trabaja bajo perfil, ev

xiste la piedad, la compasión está del otro extremo del mundo; no buscamos implantar terror si no respeto, pero si te equivocas mueres. No por nada la 'Ndrangheta es una de la

ra lo que pasará en unos meses, mi subida al poder; sé lo que sig

rio se vendió a los 'Ndrangheta, cuando mi abuelo solo era un Sottocapo: un sucesor aspirante al poder; como yo. En ese entonces las cosas estaban muy desmadrada para la familia, la mafia roja buscaba su cabeza, y

egar a la tranquilidad

documento?

peta negra con el logo 'N

ladas, 3 en la yugular, una situación bastante traumática para su mujer quien lo encontró horas después. Vivían en un barrio marginado cerca de Vancouver, la situación superó a Rose, su esposa, así que se fue a vivir al centro

eyendo el informe y visualizando vari

en cuenta?, alguna enfer

su hermana es asmática. Aparte de eso sus informes no revelan

or Duun?

ho de él en la central de informaciones. Tendríamos que m

é los

qué estás esp

dmon e hizo el intento de

aseguró él, miran

a. Ya sabía de quién se trataba no era nada discreta y la mitad de su cabeza estaba fuer

mi habitaci

a la fuente, y yo perfilé mis

que une al monasterio con la carretera. Todos con la puertas abiertas las luces

mbros perfilados por la rectitud de su postura. Tal como lo recordaba, su inseparable bastón negro reposaba a su lado; la ropa oscura lo mantenía en anonimato, casi

mueca que quiso ser una sonrisa a

rimera impresión de él

que nos hemos mantenido en contacto telefónicamente, por

saludo, y comenzamos a despl

para que la conozcas

, mirando hacia una furgoneta b

le hago saber—. Voy a declina

re se

é, extendiendo la carpe

ó y la

lema —aseguré, sin apartar la vista de la a

cada detalle. Y finalmente se guardó l

s su lugar. Vas a subir al poder te quiero , inasequible, irrompible, inquebrantable. Espero que esa chica no se convierta en un impedimen

mero, nadie puede estar por encima de ella, y es l

l día de todo lo que me esperaba y como seguirán

┄┄╌╌╌╌┄

dirige un gru

ente se encarga de el trabajo sucio, ej

irante a conver

o

ran

┄┄╌╌╌╌┄

que nos dejara a solas. Alessandra estaba sentada en una silla en silencio po

ndo me espí

es grisáceo más abiertos de lo normal—. ¿De dónd

, demasiad

a silla que ti

ndo a su pregunta, porque y

os en mis rodillas acercándome más. Juego con el borde de la tela

e en dónde esta

ista y me

malo preguntar tanto —gruño

pronuncia tími

ana —le recuerdo—. Tú celda está ce

chón en bóxer y contemplo como se desviste, aprecio sus piernas, su piel luce apetecible, lleva una braga negra d

camiseta no la cubre bien y su culo me grita que lo acaricie. Lo hago, pongo una mano sobre el borde del encaje y la sobo, Alessandra

mueven por su muslo con propiedad. Se está dejando tocar y eso me pone muchísimo, «solo

la tela de sus bragas, permitiendo que mis dedos toquen el centro de la zona superficial de lo que realmente qu

… —bal

¿

murmura mo

é al tiempo que ella se giraba por completo quedando frente a mí.

las manos hacia atrás en el

nexpertos pero que han besado antes. Se deja guiar dejando que mi

ntra el colchón y sofocada hizo el intento de volver a sentarse. «Quizás la he asustado». Pero se lo impedí aplastándola con mi cuerpo. Abrí sus piernas co

en su cuello, «jadea ahogada, suave, temblorosa». Sigo movien

su cuerpo besando la punta erecta de sus senos. Juego con mi lengua acariciando la punta, enrosco mi lengua y lamo dejándolos

máticamente siento sus dedos entre mi pelo y una mano apoyada en mi hombro, ejer

o de sus piernas, mis dedos resbalan al instante suave y viscos

las pier

obe

la ya o mi poll

na tela y la desgarro dejándola completamente expuesta

oritas —se qu

placido. «No volver

s más —

la mano a sus pechos al tie

ue tengo para ella y le veo pasar saliv

abidas y por haber pero tendré un mínimo

endo mi cabeza entre sus piernas. Mi lengua la devora y sus

r. La quiero gritando mi nombre aunque tenga que despertar

está tan tímida, ya no sé contiene estoy seguro que más de uno la ha escuchado,

frutado y ahora viene la mejor parte, vuelvo a sujetar su mano sobre su cabeza con una sola mano mía, y con mis rodilla

ta de to

e de ella un poco más y, empujo invadiendo su interior. Tres, l

erminando la frase co

tensó e hizo el intento de que me mueva y

ila… —l

y beso húmedam

gusta

anos pasando las mías por debajo de su espalda y ciño mis manos en

mi espalda, y yo gruño

tro sudor habla por si solo. Aumento mis embestidas estoy muy cerca de corr

… —

co, mordiendo el

ntro, por favor

mis manos a cada lado de su cintura con fuerza dejando sus caderas inmóviles y la embisto con rudeza. Rápido, profundo, constante. Sabe lo que voy

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