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Historia

Capítulo 2 El kesner de la naturaleza

Palabras:2109    |    Actualizado en: 09/03/2024

tro, no era propiamente él, allí los problemas no existían, las ecuaciones humanas cesan, dejando vida a la vida y era extraño, porque el Kesner real, era señalado como un elemento mo

, un l

er challe

ba para el

prepare to

tain, follow t

u orde

lación se disponía a tocar pista; él por su parte monitoreaba toda l

o, era su preferido. Gustaba de sus asientos esculpidos a mano, del perfecto acabado en cuero y de aq

confiaba ni en él mismo; bajó con calma las lujosas escalinatas, que comunicaban al moderno jet con la tierra firme y lo hizo sin dejar de a

anizando, un gigantesco archivo con fotos, anotaciones y datos de interés, aquella era la tierra del: Kiwi, del loro de

gocio; por eso le disgustaba, que alguien mezclara el trabajo con su diversión, ese espacio er

or K

ué sucede? ¿Por

para decirle, que en cinco

tar, a menos que yo lo solicite; cuand

or, así

nte, después de esto, extrajo del bolsillo izquierdo de su pantalón, unas anotaciones. Las obser

eme u

l si fuese un ritual; por ello y con sumo cuidado, fue abriendo lentamente aquel hermoso maletín, de cuero legitimo, por cierto de origen suizo y de él sustrajo,

amplitud interior, factores estos, que brindaban calor a la bebida, mejorando su aroma. Con sumo respeto, como si est

tiene

udiándole, buscandole quizás algún gesto

tú p

, como us

l, así se llama éste fiel asistente, que debía beber un dedo, solo un dedo de coñ

ñor, orde

n Carl,

egla que nunca violaba, luego fue catando lentamente el primer trago. Era temprano, casi las 7 de la mañana, seg

ruta, alis

aste

negro, corto y liso, nariz perfilada, orejas pequeñas, labios

las artes marciales, disciplina en la que ya ostentaba el grado de cinturón neg

Madre desearía. Pero como dato curioso y para definir aún más a nuestro personaje, debemos indica

e otra” y así fue; dados los factores expuestos podemos deducir, que se justificaba que a sus 21 años de edad, aquel muchacho se conservara totalmente virgen. Claro está, que no estamos explorando otras causas y les aclaro algo. No era homosexual, ni tenía esa tendencia. Tampoco era homofóbico. Pero si y eso estaba a la vista, lo afectó el hecho de no tener Padre y de

más absoluta incertidumbre, colmado de dudas y por qué no, algo temeroso, ésto porque su s

a y pro

ropuerto privado estaba abarrotado; encabezaba aquel recibimiento el Doctor Julio José Serrano. Gobernador de

ediato, a la amplia sala de reuniones, del moderno auditorio “San Pedro del Mosto”, parte importante del palacio de gobierno; ya instalados y después de verific

l protocolo, hacia el comedor principal, al llegar allí. El

nos bañamos y nos ponemos al d

ted orde

a bellamente perfilada, no siempre fue así, pero el bisturí hace milagros, lucía orejas pequeñas, labios carnosos y un cuerpo atrayente. En su brazo izquierdo se le detalla un tatuaje, que la ide

ta en derecho internacional. Con dominio a la perfección de 4 idiomas: El inglés, el

Múnich, de 1.90 de estatura, de contextura fuerte, rubio, de ojos azules. Hombre de pocas palabras, que siempre buscaba concr

la alta sociedad, su presencia y prestancia se mantendrían a la altura y allí estaba ella, luciendo un vestido cóctel, con brocado blanco y pedrería dorada. Modelo exclusivo de Givenchy, afamada firma fra

las cortas, quizás para otras ocasiones. Lucía también, unos pantalones negros, lisos, sin bolsillos, que ocult

ador, el otro extremo fue para el Barón Von Brener y a su diestra se sentó

es estaban colocados a la izquierda con las puntas hacia lo alto, a la derecha estaban los cuchillos con el filo hacia adentro y las cucharas estaban ubicadas del mismo lado con la co

stinguida mujer, le sirve el vino (un Sauvignon Blanc, refrigerado entre 5 y 8 grados centígrados). Otro mesonero y siguiendo las instr

nía una buena remesa; hoy andaba tradicional, con la Alemania nostálgica en su corazón, por eso ante él estaba un: Siegelsberg Riesling Trocken 2015, vino especial para esa comida,

ión en San Pedro, degustaron un plato típ

e el relax, la soledad absoluta y una buena música, para lograr ese objetivo. Por eso estaba en bata de dormir, sentada en el amplio sofá , que adornaba el amplio y lujoso balcón, d

ormía plácidamente; no te

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