a se abrió de nuevo de golpe. Evelin entró, con una so
orjeó, agitando el papel en
ba de embarazo bajo la nariz,
papel, luego a ella, su rostro u
azada?
o, su sonrisa desvane
sando en ella? -Lanzó una mirad
sus manos en su cintura, su voz de repente frenética y rebosante de alegría
a cruda y abrumadora. La levantó del suelo y la hiz
o estaba embarazada de su hijo, y su reacción fue de asco y negación. Evelin
La amaba a ella. M
timos vestigios de esperanza, de amor, de Ben, murieron en
nardo, su rostro iluminado por la emoción. Llevó a Evelin hacia la puerta, sus ojo
cima de su hombro y me dedicó una úl
ró y me quedé so
del hospital e
nica de salud para mujeres-. Me gustaría
mejilla. Lo siento, pequeño, pensé. Lo siento mucho. Pero n
departamento que albergaba dos años de recuerdos. C
la taza de café barata que am
nas armándolo. Faltaba una pieza, una esquina del cielo azul, que nunca pudimos encontrar.
l de que nuestra felicidad nunca
r pieza, desmantelé el rompe
. Había estado tan orgulloso de ella. Me dijo que había aprendido a tejer solo para mí. Otra men
ndí fuego. Observé las llamas consumir el estambre
el departamento de todo
e por última vez, sonó mi teléfono
ennett está aquí. Exige verte. Dice que eres su t
ojos. Nunc
icencia si no cumplimos -continuó mi jefe, con la voz tensa-.
os... perderían sus t
dije, mi voz pesad
ernardo a su lado. Estaba petulant
ra un gran honor-. Y como estoy embarazada, necesitas
posible -dije, mantenie
de Evelin
ó, volviéndose hacia
extraña e intensa, sacó su teléfono. Estaba molesto po
a al
ojos nunca apartándose de los míos-. Quiero denunci
s carreras de mis amigos, solo
a otra
voz un susurro m
ría y satisfecha de vict
tré en su coche, una prisionera si