o de billetes de su bolso y se lo arrojó al hombre que h
uelta y se alejaron, siendo de nuevo el centro de atención. La m
a sangrando en el suelo entre la tierra
estéril de un hospital. Un limpiador me había encontra
tiséptico. Tardaron horas en sacarme todas las espinas de cac
a la policía -dijo la enfermera con delicad
cabeza, demasiado
iró, su expresión
Hicimos algunos anál
edó suspendid
ara
eco hueco. Una oleada de ácido
luso habíamos elegido nombres. Un niño sería Le
unda y desgarradora. Este niño fue concebido a partir de una mentira, producto
a enfermera, mirando su expediente-.
adre está muerto. -Me miré las
ra se llenaron de comp
, la puerta de mi
Bern
r venido directamente de la fiesta posterior a la gala. Me mir
nfermera de que estás embar
ra aterrador. Vi el tatuaje de la rosa asomando por
dije que solo te toqué esa vez después de que
ndiendo e
y luego a mí, con el ceño
idamente, forzando las
lanzó a Bernardo una mirada de asco y salió silenciosame
ro de alivio escapando de sus labios. Lo
niendo una carpeta de manil
usula de que no presentarás cargos ni dirás una palabra de lo que p
se cayó, junto con el documento legal. Una sola lágrima caliente
e un proyecto. Me había atraído a sus brazos y me había hecho el amor con una pasión desesperada, casi violenta. Yo había pensado que era porque me extrañaba. Ahora sabía
gudo que sentía qu
oz cortante y profesional-. Considéralo una compensa
, por la humillación, por destr
rtencia, Addison. No intentes nada. Sé q
é, con
estás h
sas de tu padre para pagar mis facturas médicas, acosaste al dueño de la casa d
de mi padre en una prueba de que yo era una especie de arpía vengativa. El amor y el sacrific
acero. Tomaría su dinero. Firmaría su papel. Y luego desaparecería d
nardo -dije, mi voz desprovista
o amaba, ya no tenía el poder
nombre en
ila y muerta. Por un momento, un extraño pensamiento cruzó su mente, la idea de mantenerme a su