El
estaba junto a la ventana, de espaldas a mí, su voz un murmullo bajo en su teléfono. Su atención estaba a un mu
último en saberlo. El pensamiento
fono y volviéndose hacia mí. Su ceño se frunció con
desprovista de inflexión-. D
u mandíbula tensándose-. Mi vida con e
eró de mí. El dolor físico, agudo y limpio, h
e al heredero, Da
liberación profunda y liberadora. Soportaría esto -esta vida, este matr
l pasillo, con el teléfono ya pegado a la oreja. A través del cristal, pude ver la suave curva de sus
en un pasillo frío y vacío: "Nunca serás suficiente para él. N
a ra
taurante entero frente al río -una joya resplandecie
bela se moleste? -pregunté m
re esta noche -espetó
cimiento fue instantáneo y frío. Era la misma de las revistas de chismes, el regalo que I
a en mi muñeca. Se relajó visiblemente, c
luvia de estrellas. Una cascada de astros fugaces pintaba rayas plateadas sobre el lie
e habíamos perdido. Estaba a punto de agradecerle, de ofrecer u
. Isabela estaba recortada en el umbral, su rostro un desastre de lágrim
edo tembloroso apuntando directame
 
 
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