El
odas partes. Los susurros del restaurante habían estallado en una tormenta de fuego digital. Yo era una r
penthouse, sus paredes de cris
voz cruda-. ¿Por qué
parecer culpable. Lo admitió c
ortante empresa de los Moreno saldrá a bolsa la próxima semana. No podem
sabían a ceni
á. Arruinará mis posibilidades de entrar en París. E
ya mirando su reloj,
. Yo cuidaré de ti para siempre.
-añadió, como si eso lo arre
silencio, lo hizo sacar, con la mano rota en tres lugares. Había vuel
re se ha
s que me quedaban. Me preparaba para dejar esta ciudad para siempre justo después de
se abrió de golpe. Dante irrumpió,
o, sus dedos hundi
A dónde te llev
, desco
estás h
onmigo -gruñó-. Está de
specto -dije, tra
. Su paciencia, ya agotada, se rompió. Me e
desprecio-, ¿a quién más le
esión endureciéndose de la rabia a una furia fría
uién eres -dijo, su
ta y se fue si
un sabor agudo y metálico la llenaba. Tosí
 
 
 GOOGLE PLAY
 GOOGLE PLAY