img El amor tóxico que casi me destruyó  /  Capítulo 5 | 33.33%
Instalar App
Historia

Capítulo 5

Palabras:1052    |    Actualizado en: 17/11/2025

ntana, tomó un tazón de fruta y peló una naranja con meticuloso cuidado. El silencio se alargó, pesado y sofocante. Par

na, sin emoción mientras me ofrecía un gajo de naranja.

Bruno. Es una carrera". Pero estaba demasiado agotada para pelear con él. Mi estómago rugió, un crudo recordatorio de cuánto tiempo había pasado desde que había

bía elegido el momento preciso de mi vulnerabilidad, cuando el dolor por mi madre e

ncenderse, pero luego se atenuó en un dolor cansado. Mi madre. Tragué, la naranja de

de la familia, algunos parientes lejanos. Bruno estaba a mi lado, una imagen de apoyo sombrío. Su brazo, cuando no sostenía sutilmente mi codo

na mujer a otra, confundiendo su dolor performa

e quedé allí, mordiéndome el interior de la mejilla hasta que saboreé sangre, un reconocimiento silencioso d

irrespetuosos, se abrió paso entre la multitud, sus rostros hambrientos de escándalo. "¡Señor Montero! ¿Es

eneralmente tan compuesto, palideció. Su agarre en mi c

pina de la nueva relación de su pareja? ¿Es esta la ver

emocionales" -la humillación pública de mi diario robado, el colapso

mirada, su mandíbula apretada, su rostro una máscara de furiosa concentración

tos con lo que parecía una angustia genuina. "¡Oh, Bruno, cariño, lo siento mucho! Les dije que no vinieran.

tá bien, Aimée. No te preocupes por eso". Luego me dirigió una mirada furiosa. "

mi voz ronca. "¿Esperas que me controle, Bruno? ¿Mientras estás aquí, interpretando al viudo afligido, diciéndole

ro una nube de tormenta. "¡Este

uando te acostabas con ella? ¿Cuando descuidabas a mi madre? ¿Cuando destruía

los ojos. "Gema, no sabes de lo que estás

graba, mientras mi madre moría? ¿Lo hiciste?". Necesitaba saberlo, incluso si la verdad me destroza

ensordecedora. Luego, su voz apenas audible, mur

tiras. La imagen de él, tan tierno, tan devoto, se disolvió en una distorsión grotesca. El ho

La guitarra Gibson, la promesa silenciosa de sueños compartidos. La forma

turado gritando en protesta, pero no me importó. "¡Me das asco!", grité, escupiéndole

rando las cámaras. "¡Hemos terminado, Bruno!", grité por encima del hombro, las palabras un voto crudo y doloroso. "¿Me

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY