iela
de esa manera. Siempre había sido la esposa obediente, la que complacía cada capr
riela, no seas así. Yeray solo es un niño. Los hot cakes no cuestan nada." Se le
Estrella! ¡No quiero que mami Gabriela se enoje!" Luego, se volvió hacia mí, sus
as manos me golpearon el pecho, pero el dolor más grand
¿Qué estás haciendo? ¡Mira cómo pones a
abía golpeado. Mi cabeza daba vueltas. Apenas podía
o te preocupes, mi amor. Mami Gabriela siempre está bien. Ella es muy fuerte." Luego, se volvió hacia Leandro. "Leand
. "¡Papi, papi! ¡Vamos con la tía Estrella! ¡Ella
llevó una mano a la sien. "No, Leandro,
exasperación. "Gabriela, me llevaré a Estrella a la farma
ray, saltando de alegría, tomó la de Estrella. Los tre
to de chilaquiles intacto. El esfuerzo, el cariño, todo había sido en v
ayuno a la basura. No te
Leandro. "Gabriela, ven a buscarnos a la p
las llaves del coche y
terraza de la heladería, Estrella, Lea
!" Corrió hacia Leandro. "¡Tía Estrella me prometió
. "Yeray, no s
se acercó a mí. "Gabriela, ¿quier
fría. "Yeray, ya es tarde pa
ela es aburrida! Tía Estrella dice
ela, déjalo ser un niño. Un
i voz firme. "Si quieres helado, Yeray,
Leandro apareció a mi lado. "Gabriela, ¿cuál
lces. Es malo para su salud. Y lo sabes,
eración. "Gabriela, por favor. No empiece
r. Él me estaba acusando
en sus labios sonrientes. En ese momento, lo enten
ujó en mis labios. Ya no
Leandro," dij
que era una extraña en mi propia vida, una i
amor. Todo había sido en vano. Nunca me

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