vista de
encorvada en el catre delgado, el aire viciado pesado con el olor metálico de la desesperanza. Mi cuerpo dolía por el trato rudo, pero mi mente e
dando la dirección del penthouse de los Beltrán por costumbre. Mis extremidades se sentían pesadas, cada movimiento un esfuerzo hercúleo. Nec
ra vida oculta. Ahora, se sentía como una reliquia burlona. Encontré a Chase en su estudio, con un vaso de líquido ámbar en la mano, s
to más antes de finalmente mirarme. Su expresión era cuidadosamente neutral
ista de sorpresa o preocupación-. Escu
la ma
que soy una acosadora lunática. ¡Y tú solo miraste! -Mi voz se quebró, cruda con una
ado que hizo hervir mi sangre.
tá presionando más fuerte que nunca por la fusión c
donde están "comprometidos"? ¿Una fachada donde me arrastran frente a la prensa
bello perfectamente peinad
. Me pones en una posición difícil. Estoy ocupado. Esta a
unado pero inevitable para su gran esquema. Pero sus palabras se s
gullado, las tenues marcas rojas en mi mejilla donde el guardia me había em
condida detrás de una pintura. Era una nueva adición. Mi corazón martilleaba contra mis costilla
penas por encima de un susurro, señalando
e algo ilegible -¿molestia? ¿
tuyo. Son solo
mi voz elevándose-. ¿
mirada, sus ojos a
ciela. Estás siendo em
s la apartaba. La caja fuerte me devolvió la mirada, un portal oscu
voz ganando fuerz
e papeles perfectamente organizados. Mi mirada cayó inmediatamente sobre un documento legal, su título en
DO DE FONDO FIDUCIARIO - FUTUROS HIJ
. Esto era una vida. Una vida que estaba construyendo con ella. Una vida sobre la que me había mentido durante cinco años. Su "plan" para t
me la cabeza, un sollozo crudo
ntrelazadas con un dolor indescriptible-. Me me
trajo en su mandíbula. Por un breve segundo, pensé ver un destello de alg
ón, Graciela. Nunca sobreviv
e no es quien firmó un prenupcial con otra mujer! ¡Tu padre no es quien e
uñas clavándose en mis palmas. El dolor era un contrapunto sordo a la aguda y agonizante compr
apenas audibles, pero firmes-.
inalmente mostrando un destello de emoció
alterada. Estás magullada. No estás pensando con claridad. No dices eso en seri
sprecio por mi dolor-. ¡Eso es exactamente lo que quiero decir! Quiero salir. No pue
cuidadosamente cultivada-. ¿Crees que esto es fácil para mí? Mi padre
ra. ¡Tu manera de mantenerme como un secreto, de mantenerme conveniente, mientras construyes tu fu
y despectivo que drenó los últimos
e acogida. Una nadie. No tienes nada. Todo lo que tienes, la ropa que
a algunas piezas de diseñador que me había comprado, recordatorios tangibles de un amor que pensé que era real. Un vestido esmeralda bri
, caliente y purificadora, reempla
un temblor peligroso-. ¿Crees que quiero
la, detente! ¡No estás teniendo sentido!". Pero no escuché. Mis manos torpes abrie
en el suelo, un símbolo brillante de un sueño roto. Me arranqué los delicados aretes de zafiro, el collar a juego, la pulsera de di
a parado en la puerta, con los ojos muy a
ío que se colaba por la ventana abierta, pero sobre todo por una furia que no s
, Chase! -grité, mi voz cruda y r
que podría imaginar. Lo arranqué de la percha, lo arrojé a sus pies, luego me arranqué un delicado relicario de plata de mi cuello, un relic
on tus mentiras! ¡Quédate con tu pro
l penthouse, pasando al guardia de seguridad desconcertado, y hacia la helada noche de la Ciudad de México. El frío fue un
n, mis pies estaban entumecidos, pero sentí una extraña sensación de liberación. El frío era un recordatorio de que estaba viva, y finalmente, verdaderame

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