img Mi Matrimonio: Un Millón de Mentiras  /  Capítulo 3 | 10.00%
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Historia

Capítulo 3

Palabras:1500    |    Actualizado en: Hoy, a las 10:27

Carin

house. El peso de su acuerdo, la promesa implícita de desatar los formidables recursos de la familia Vega,

e de Elías, sus palabras despectivas. *Suficientemente fuerte para soportarlo*. Le mostraría cuán fuerte era

por unas horas. Tomé mi teléfono de nuevo, busqué en mis contactos y llamé a Lorena, mi

. Uno fuerte. Nos vemos en

ón de liberación. El alcohol quemaba, pero era un fuego bienvenido en comparación con el hielo en mis venas. Lor

a música, pero su sorpresa era palpable. Sabía cuánto había invertido

labras sabiendo a ceniza-. Solo una f

ndose la man

. lo sien

e de lo que me sentía-. Enójate. Prep

cayó sobre la multitud, reemplazado por susurros urgentes. Una figura alta e imponente con un traje oscuro e impecable se abrió paso en

ó en mí, aguda e

ñor Garza requiere s

s. Siempre Elías. Incluso

voz resonando con un desafío recién

ero su postura se endureció. Dos hombres más, igua

señora Garza, esto

apreté el brazo, una orden silenci

me? -me burlé, una risa amarga brotando-. ¿Así es como

lando, pero su sujeción era inquebrantable. El bar, una vez un refugio, ahora se sentía como una jaula. Me estaban sacando a la fuerza, no una

ándose de golpe detrás de mí. Lo último que vi fue el rostro ho

rpo. Estaba acostada en un catre estrecho en una habitación con poca luz, las paredes desnudas y frías. La puerta c

Tu comportamiento es inaceptable. Una mujer Garza no causa

una mueca mientras mi

mí-. ¿Qué hay de la vergüenza de una familia construida sobre mentiras y manipulación? ¿Qué h

una rara grieta en su compostura h

s vulnerable. Necesita protección. Tú, Carina, eres un

mal salvaje*. Siempre me habían visto de esa manera. U

é, mi mirada endureciéndose-. Y los

uó Elisa, ignorando mis palabras-. No tiene tiempo para tus

emblando con una mezcla de ira y una

ectivo-. Ahora, quédate quieta. Quizás un poco de soledad te enseñe el valor

as. Lo había amado, verdaderamente amado, a pesar de todo. Había luchado por nuestro amor, por mi lugar e

tre, mis piernas inestables, y me abalancé hacia ella. Ya no me import

sus ojos ardi

gradecida! -Levantó la m

os ojos, si

milia me pone las manos encima. -Mis palabras eran un de

ojos se entrecerraron c

guardias que habían aparecido de repente detrás de ella, sus

crudo recordatorio de su poder, su crueldad. Me negué a gritar, me negué a darles la satisfacción. Mis dientes se clav

cibí con agrado, un escape temporal de la

n latido sordo y persistente. Saboreé hierro en mi boca. Todavía estaba en la misma habitación estéril, pero

a, provenientes de justo afuer

rla -la voz de Clara, usualmente suave, estaba

ndió Elías, su voz tranquila, distante. *Disciplinada*. ¿Así lo llama

quejó Clara, su frágil fachada apenas sos

a que nunca me había ofrecido-. Está bien, querida. Me encarga

respiración se entrecortó. Esto era. La prueba absoluta e innegable. Estab

rmitido mi sufrimiento, orquestado mi humillación, todo por esta mujer manipuladora y "frágil". Mi cuerpo, magullado y

bía reducido a un peón en su juego. Pero un peón, una vez liberado, podía convertirse en la reina. Y las reinas, l

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