img Mi Matrimonio: Un Millón de Mentiras  /  Capítulo 6 | 20.00%
Instalar App
Historia

Capítulo 6

Palabras:1359    |    Actualizado en: Hoy, a las 10:27

Carin

se quebró, cruda por un dolor que se sentía demasiado profundo para las lágrimas. Las esposas se clavaron en

vaba, su rostro tan ind

stre. Esto es lo mejor, para todos los involucrados. -Sus palabras eran un bálsamo tranquilizador, u

iales me sujetaron con firmeza-. ¡Tú eres el lastre, Elías! ¡Tus mentiras

e asintió a l

vens

rtes. Me empujaron al asiento trasero de una patrulla blanca y negra, la pesada puer

ogada por el grueso cristal. Lo vi subir a su ele

l asiento delantero. Uno de ellos contestó y me lo pasó. Era E

ado se pondrá en contacto. Cualquier resist

pusiste en esta situación! ¡Me tendiste una trampa! ¡Me mentiste

exasperantemente tranquila-. Algunos sacrificio

rotando, calientes y punzantes-. ¿Crees que mi dolor es u

a toda velocidad por las calles de la ciudad, las sirenas aullando, el mundo exter

no, la voz de Elías, fría

na. Pero no me d

hirrido de neumáticos, un destello de luz cegador y un impacto violento que me lanzó hacia adelante contra e

metal retorcido a mi alrededor. El coche de policía era un desastre, arrugado como una lata. Intenté moverme, pero un dolor

orrió a mi lado, no mostró ninguna señal de preocupación. Simplemente obser

sombría-. Tiene múltiples fracturas, hemorragia in

te asintió, su

s siguen en pie. -Sus palabras eran frías, clínicas, como si estuviera discutie

to. Había orquestado mi accidente. Me quería fuera, silenciada, borrada. La traición era tan com

l dolor era insoportable, pero quedaba eclipsado por el peso aplastan

recuperación, sino a un centro de detención privado de alta seguridad. Mis heridas aún estaban en carne vi

n un pesado yeso, un latido constante. Mi cabeza, todavía vendada, un dolor sordo. Mi espíritu,

ó de las sombras. Clara. Estaba allí, con el brazo todavía en un cab

facción-. Mírate. Reducida a esto. Le dije a Elías que era

ontró con la suy

voz ronca-. Le retorciste

un sonido ag

te... una distracción. Un inconveniente temporal. -Se inclinó más cerca, sus ojos brillando con malici

ier herida física, atravesó mi corazón. Se s

. Dijo... que espera que disfrutes de tu nuevo hogar. Porque nunca vas a salir. -Luego asintió al gu

y dolor agonizante. Me negué a gritar, me negué a darle a Clara la satisfacción. Mi cuerpo era un campo de batalla, pero mi espíri

tanto visibles como invisibles, permanecieron. Mi espíritu, sin embargo, se endureció con cada día que pasaba. Mi o

n inescrutable como siempre. Me miró, su mirada recorriendo mi rostro magullado, mi pierna ven

lia intervino. Han asegurado tu liberación, bajo condiciones es

o, un gesto de ma

na. Déjame

frías palabras, sus traiciones calculadas, su disposición a sacrific

me. Pasé junto a él, mi pierna herida arrastrándose, cada paso un

una cosa con absoluta certeza: Elías Garza acababa de cometer el mayor error de su vida. Había subestim

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY