img UN ÁNGEL EN EL INFIERNO  /  Capítulo 4 ¿Quién soy | 33.33%
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Historia

Capítulo 4 ¿Quién soy

Palabras:2245    |    Actualizado en: 19/10/2021

sito platicar contigo linda, búscame des

ncé a guardar mis cosas, me despedí de la señorita Stevenson, y ella de una forma amable me sonrió, salí por la puerta del aul

a esperándote! —dijo él

rte, tu presencia solo ocasiona prejuicio sobre la humanidad, pero cada día una parte de ti está muriendo «deberías de saber tu propósito sobre la t

mino voy a perder el aliento y extrañar

no te mata te hace desear estar muerto”. «Hay un inmenso agujero en tu alma, solo un minuto más de silencio, la soledad te persigue y el p

estoy demasiado confundida, pero —¿Quién eres tú para tortúrame de esta m

demasiado cobarde como para asimilar nuestra realidad y decirte de una vez por todas el tiempo que lleva gu

los con la mirada centrada en mí, su vo

es algo que decir, es ahora cuando confiesas, no estoy para más dramas. —Solo dime quien

e sus ojos verdes intimidaban cada parte

os, «¡esa mujer de nuevo!»—pensé. ¡Este día no podía ser más misterioso! —Exprese con fu

o nervioso a punto de correr, sin embargo, no lo hizo se quedó inmó

sí Aron! —la mujer interrogo al chico de la sonrisa malévola parecía d

enes el control absoluto Aron, no dejes que esa mujer se apodere de tu mente»—pensé— ¿Por qué

miedo, me hace más fuerte. — ¡Sabes! —el

u cuerpo los zarajos que viste son demasiado voluminosos que me es casi imposible recordar su rostr

gresado? —Ella

levare al mismo infierno y la culpa será tu co

chate ahora mismo y remediaré lo que has

uriosamente, Aron se ale

ón querido. —

y simples, Aron se dio la vuelta

eres mucho más fuerte de lo que puedas imaginar, —“Deja que tus

?»—de nuevo pensé en mi subconsciencia atormentándome con la mism

egar a casa el único lugar donde podría estar más tranquila miles de preguntas resurgían de m

exclamo con voz quebranta

o debo ir

dicaba que siguiera mi camino, deje a tras a la mujer que solo

ando y lo distraída que estaba, lo último que recuerdo fue

suelo frio, la noche estaba cayendo y la neblina estaba bajando, un inmenso silencio me hizo entrar en p

arme? —mi voz era casi un sus

s corrían por mi mejía de dolor, el aire es frio estoy

loro piedad por mi alma —apenas y podía respirar. Y fue entonces cuando una chi

sparcía por todos lados y de ella un ente se acercaba hacia mí, sus ojos rojos como el mismísimo infierno,

erno y escuche tu llamada de auxili

onsigo y eso fue lo último

portable, me queje del dolor al levantarme, tome un conjunto de ropa lim

eguía cayendo hasta que la voz de mi madre interrumpi

po. Seguía perdida no podía ni asimilar lo que había s

a! me tenías toda la noche pr

es peligroso andar afuera. —Demonios Ashley mírame cariño estas

bre la toalla hasta lograr ponerme de pie, me ayudó a vestirme, me siento fuera de

—susurre e

s dejar

egura que

er de que algo muy malo me había sucedido. —Solo tropecé y me golpeé

de salir del cuarto: —Tu y yo

—Salió del cuarto sin

os días, ahora no puedo ni siquiera ir al instituto, trato de pensar en lo que sucedió, quizás solo sea una clase de espejismo últimamente mi mente juega de una

lo mejor tengo algunos trabajos pendientes de la escuela sería el momento de ocuparme en algo más que solo atormentarme por mis

escolares, merezco un descanso y fue entonce

ida esta lista

zare para enfrentarme a sus preguntas. Debe de es

rogaciones concluimos la comida sin

darte si así tú lo quieres, puedes confiar en mí, anoche me preocupe al estar esperándote y no llegabas

, —«quizás si le doy la versión original de lo que está sucediendo de seguro me gano un pase directo

a de regreso a casa caminaba apresuradamente ya que era un poco tarde y tropecé con alguna piedra y me golpee

o alarmarla con historias paranoicas de ser

tio y respirar aire fresco. —Exclamé con autoridad —salí por la puerta de atrás de l

mejor del día me siento completa. —«Paz y tranqui

el mientras me balanceaba despacio. El silencio me hi

do de su voz estaba de nuev

lo que algún día me mato

el se me pone de punta cada vez que está de vuelta susurrándome a

ay que temer si yo estoy a t

n quien cuidará d

e. Sin pensármelo era más de media noche he dormi

pensamientos, busque con la vista de dónde provenía aquel ruido. Un pequeño felino maullaba entre

su pelaje era misma brillante como la obscuridad, lo cual llamo mi atención me

mos a

a salvo del

me recosté sobre la alcob

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