img Mí patrón es mi profesor  /  Capítulo 2 II | 4.26%
Instalar App
Historia

Capítulo 2 II

Palabras:1409    |    Actualizado en: 24/02/2022

salí de Valleral, desde entonces no e vuelto a pisar estas tierras, me acostumbré tanto a la ciudad que volver a un pueblo lleno de lodo y mosquitos no me era apetecible. Aquí no existe la señal n

al de ellos también me escribía con mi mejor amigo, Henry, quién por cierto acaba de llegar. Le escribí hace una semana, le d

quí, sí que lo creo—verbaliza a la vez que abre sus brazos y yo los míos, palmamos nuestras espaldas y apre

niño pecoso de hace diez años—. Espeto y él suelta una c

La sonrisa dibujada en mi rostro se esfuma al mismo instante que Henry hace

de ese tema. —Expreso la incomodi

aremos de te

é en silencio contemplando el maravilloso paisaje. No puedo dejar de sent

n fiesta, en la discoteca

ue estuve aquí, este pueblo no tenia nada de bueno, más que sus

iado mucho, hay de todo un poco,

mi en la noche—. Conc

ontemplar la enorme hacienda qu

erte—. Farfulle Henry tras de m

amigo, una vez que ingreso a la mansión, la

braza—Mi niño, no puedo creer que estés aquí. Peñiz

Afirmo y vuelve abrazarme, acto s

ny… Fanny,

adre y su encantadora voz, que si

do me ve se queda gélida y sus ojos se iluminan, mi madre da zancadas grandes y lleg

é no avisaste

rpresa—Explico y ell

o, que gra

ción—comunica la nan

n, subo hasta ella, y lavo mi cuerpo. Salgo del baño y me encuentro con el viejo en la entrada de la puerta, usa

a sorpresa q

e—. Confieso y eso lo

esta por tu bienvenida—.

s nec

irma llevándome a

, esta noche sa

— Aprieta mi hombro en

he quedado admirado al momento de ingresar al pueblo. Valleral ya no es un pueblo de c

parece? —Cu

digo, estoy impresi

padre tomó el mando, ahora el pueblo es

josa ni enorme como a las que solía ir en la capital

ar el licor, pues siempre fui un hombre que no le hacía a esos vicios. Pero cuando ella se fue de mi vida p

. Hace dos años me iba a casar con una maravillosa mujer, que aparte de ser hermosa, er

scena, donde ella se desmaya en mis brazos al mismo instante que el sacerdote le pregunta s

is dos manos para llegar hasta el baño, y así poder liberar mi vejiga, sin verlo venir, alguien me empuja y para n

sos labios están cubiertos por un labial rosa, sus grandes pestañas rodean sus ojos, con la poca luz de la disco puedo ver sus holgadas fracciones. Me qued

la no habla no dice nada, solo se encuentra con el ceño fruncido y de pronto, su rodilla atacar mi entre pierna. E

ida y la lanza sobre mi cabeza, el frío hielo cae sobre mis cabellos provocando

nclinado hasta que Henry mi

estiona y me lleva d

de encontrar a la mujer que se atrevió a golpearme. Juro que cuando la encuen

nquiero molesto, conozco a Henry d

no vi, esta

y me levanto para sa

ke

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY