ello castaño en el último mes, su conexión era digna de envidiar por parte de otros amigos,
iempo, sino la persona. Por eso
ededor se dispersaba, el mundo se ensordecía, pues lo único audible para el sistema de audición de ambos,
e lentes algo que comenzaba a romper
ba entre semana las tardes de cada fin cuando la visitaba y el gato Vincent salía a echarse a sus piés. Él que
an!— la pelirroja pasó apresuradamente por
de ella esa misma mañana antes de partir a clases, pero igual quería
o aquel que se interpusiera en su camino, el castaño sólo la seguía c
n la presión mientras avasallaba su nuevo tra
cuerpo apenas sonó la campana de la salida. Se abrochó el casco y lanzó el de Elio
ue ya se podía subir, pero ella ya se había montado ante
to de estudiantes, Mia se sujetó con más firmeza a los
a hacia atrás a causa del viento soplando en dirección contraria, viajaron por las asceras de varias calles poblabas con árboles frondosos y
s, abrazando a su misma vez, sus brazos. Al llegar al terminal de autobuses con destinos a otros estados de México y a
inquirió Cyia cuando
autobús, pues ya el vehíc
uró la pelirroja contra
pidieron al mismo tiempo con un movimiento de sus manos. Cyia caminaba a m
mientras acariciaba el cabello de su
do vio que faltaban sólo cuatro personas para qu
dijo, besand
mbros y la apartó suavemente para darle un esca
nor volvió con su amigo, éste la abrazó por el hombro y ambos agitaron sus manos hacia la ventana del puesto donde Cyia
ómplice y se subieron a la bici
léfono con su abuela para avisarle que llegaría tarde p
r con la misma intensidad que las del chico, ella estaba sintiendo algo por él, y no sabía qué cartas tomar en el asunto. ¿Mirar juntos
cio, observando anímicamente el azul del cielo. Lo bueno es que el sol de Zacatecas no era
pondrás mañana?— indag
cabeza, viend
Cuando llegue a la casa buscaré
le agradó
buscaré algo e
s los días es una actividad inefablemente reconfortante. Pensaba en las últimas semanas donde su rutina aburrida dio un giro bastante inesperad
espués con una pila de tres cajas sobre s
chinas mentiras—. Tenía...— carraspeó su garganta para correg
ella, sentandose para
ecido bonitas, pero no era lo que ella buscaba. Eliot sólo la dejó revolvi
Mia cuando consiguió varias opc
, observando a la chica que acababa de levant
owsky hasta la cintura, de donde descendía una de color verde agua de pretina alta, las mangas las
, relamiendo sus labios—, pero para una fie
e manera exagerada, se ataba al cuello con dos tiras gruesas, de manera que el nudo cayera a lo larg
, indicando que ese er
talla de su iPhone—, pero vamos a confirm
tido colgado entre los dedos, se la ma
PRENDENTE. CURVI
tido, creo que me opacará ¡NPS! tendré que bu
ber sin quitar la mirada de su
una pequeña sonrisa mientras guardaba
aba tendida en el suelo—. Vamos a tomarno
para adaptarse a estar sin ellos, cosa que a Mia le hizo gracia porque
filtros, ambos sin sonrisas falsas ni fin
zar a tomar un color amarillento para luego transformarse en uno rosa con tonalidades naranja