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Historia

Capítulo 4 No, otra vez no.

Palabras:1738    |    Actualizado en: 14/04/2022

la débil tela se rasgara y saliera de mi cuerpo. Con sus labios entreabiertos roso mi piel en dire

contra

contra

omenzaba en n

mios albergaba; pánico, ansiedad y excitación. Aunque mis gritos y gemidos eran am

dos dejando una pequeña estela de dolor por su pa

iberó mis senos de su prisión m

.. Pre

alrededor. Sacó su lengua para saborear sus labios dejando restos de su saliva en ellos. Su cavid

en de mi pezón mientras que sus diente

de gallina, ondas de calor recorrían mi ser acabando en mi bajo vientre, y la co

d me gustaba estar en esta situación con un desconocido, pero lo que si tenia claro era que; aunq

ándole una mueca a mis facciones y un lastimero quejido de las profundidad de mi garganta. Su lengua realizó un largo

el lóbulo de mi oreja con sus labios mientras que una de sus manos se posicionaba sobre mi fruta prohibida

Solo dejat

n ritmo acelerado, sus caderas con vida propia en un vaivén arremetía contra mi sexo simulando los mov

te en mi lengua y mi labio inferior. Sin compasión mordió

lce como

os extendiendo una amplia sonrisa. Acto q

incipio. Arrodillándose entre mis piernas abriéndol

iosas. Acercó su cara a mi entrada y aspiró fuertemente con los ojos cerrados como si estuviera memor

a mi clítoris tentándolo, mi cuerpo al sentir su ause

avesaron mi ser hasta arquear mi deseosa figura de carne y hueso hasta él. Dos de sus dedos bordearon mi e

s, sus dedos me penetraban con profu

cipicio, aventandome sin miramiento alguno a la liberación que necesitaba e

sfrute y placer de los dos.- tomó mi cuerpo con sus desnu

puntando en su dirección. La superficie del lavamanos era de mármol combinando a la perfección con los acabados dorado

o los tirantes por mis pálidos brazos, dejo un beso en la comisuras de mis labios para encaminarse hasta la tina y llena

de las cuerdas que me apresaba en la cama. Cerró el grifo de la tina y caminó en mi

palda. Deslizó la cuerda por mis manos atándolas y jalando de estas para aseg

ra. Sus fuertes brazos y su marcado abdomen gritaban su arduo trabajo de gimnasio. Mis ojos viajaron hasta

llera. Tiró de esta hasta que mi espalda chocó contra su pecho. Con sus dientes

renalina recorrer tu cuerpo por la ausencia de aire en tus pulmones, al estar sumergida en breves periodos de tiempo en el agua de la tina... Tus

u agarre en mi cabello se volvió fuerte obligándome a sumergir mi cabeza en el agua. Mientras el seguía con sus acometidas dando fuert

Mis sentidos se agudizaron permitiendo que la excitación

mi oreja. Su mano libre apretó uno de mis pechos hasta el punto de dejar marcas en mi piel aun ma

or sobre la piel de mis glúteos después de cada golpe. No sabia si reír o llorar, pues

garganta seca suplicaba por agua para calmar mi sed,

te buscando mas profundidad en mi interior, con el balanceo de nuestros cuerpo

quier momento, mi parte masoquista pedía una y otr

ra todo mi cuerpo. Sus gruñidos y mis gemidos resonaron en la habitación mientras que

esarme, mientras que mi flácido cuerpo reposab

mas palabras que captaron mis oídos antes de caer la prof

*

sen

o único que pudo sa

dueño de mis miedos y m

.- señaló con una de

ier momento...- sentencié retrocedien

fría risa se escapaba de su garga

equeña.. Pero tu perro faldero en estos mom

dole importancia a lo qu

endo que el calor abandonara mi cuerpo y

labios temblaban. La sola idea de perder a mi mejor

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