jos picaban por las lágrimas acumuladas que no quería dejar escapar, no quería de
recuerdos golpeen mi memoria sintiendo el gran
mis momentos más oscuros y dolorosos estuvo consolándome. Que a pesar de mis malos tratos estuvo en mis caídas y leva
nudo en mí garganta logré habla
solo fue una
amo en mi maldita vida! ¡Te das cuentas que las cosas que haces solo logra dañarme cada vez más, que si no fuera por él en este momento sería un cuerpo frío y sin vida al cual lo
las compuertas de mis ojos por fin se abrieran y mi r
detenerse cerca de mi escritorio y tom
a persona que debes
o contra la pared haciendo
Mataré a quién se interponga en mi camino, tú eres solo mía y de nadie más... y sí no te qued
os sangraran, su respiración se volvió irregular, y
porqué su cambio de actitud, pero es
encima de cualquiera por satisfacer su amor enfermizo...- trague fuerte al ser consciente que sus ojos estaban en mí.- y si me dieran
negaba con la cabeza y soltaba una risa sarcástica. En un abrir y cerrar de ojos lo tenía a unos cen
surró tan cerca de mi cara que pude sentir su al
s mios, envolviéndolos, amasandolos y ti
ndolos puño e inclinando mi cabeza para profundizar su ataque en mi boca. Coloqué mis manos en su pecho y traté de separarme de él,
ía, mald
a para respirar. El agarre de su mano fue disminuyendo,
escapar de su agarre y salir huyendo de su cercanía. Necesitaba como el aire saber de N
pezón. Estrujó y tiró de él sacando de mis labios pequeños gemidos. A regañadientes, soltó mis labios y posó su boca en mi oreja,
iéndome sobre su abultado pantalón. Empecé a trazar pequeños círculos sobre
oso juego de seducción y distracción, alzando mi cara y juntando mis labios con los suyos. Con una d
bios hasta cerciorarme qué estab
fuertemente contra sus genitales, tomándolo por sorpresa, haci
ros castigos ante mi rebeldía. Sin tiempo que perder tomé la
su misterioso rostro, pero no podía aguardar un min
s. De regreso a la habitación comprobé si él seguía donde lo
ndo mi cuerpo salí de casa. Mis pies descalzos no se lograban ver por la
dar respirando profundamente mirando hacia atrás para comprobar que no me seguían. Había corrido lo
tenían en mi piel y enfundé mis pies en el calzado sintiendo incomodidad por mis pequeñas lesiones. Sentada en la fría grama a
respiración se quedó atascada en mi pecho al escuchar pisadas en m
é una plegaria al cielo. Sabía que era
ue soltara un grito y retrocediera en mi lugar. Estaba más
entra bien
s devolvieron mi
había escuchado antes, y aunque no estaba a salvo por lo menos me daba t
encontrándome con un hombre vestido con ropa de deporte. La expres
ngustia en su voz era notable. Llevó una de sus mano
nte su p
proporciono una extraña sensación en mi piel enviando cosquilleos por todo mi s
-, sostendré sus piernas con uno de mis brazos mientras rodeo su cintura con el otro y la sacaré de e
ordenes a través de una fugaz llamada. Al terminar vol