img Amor Ardiente: Nunca Nos Separaremos  /  Capítulo 8 No quiero ensuciarme | 0.54%
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Historia

Capítulo 8 No quiero ensuciarme

Palabras:1026    |    Actualizado en: 10/06/2019

Olivia se enfureció aún más. De repente, sintió un líquido caliente fluir de su nariz, así que extendió la mano solo para descubrir que se trataba de sangre. "¡Te mataré, perra!", exclamó rabiosamente.

De inmediato, corrió para abalanzarse sobre Debbie, pero sus amigos la apartaron antes de que pudiera tocarla.

"Cálmate, Olivia. No lo hagas. No somos rival para ellos".

"Tiene razón. Acabas de operarte la nariz el mes pasado. ¿Qué pasaría si te golpearan ahí?".

Olivia ansiaba vengarse de Debbie, pero apenas escuchó las palabras de sus amigos, se quedó inmóvil mientras palidecía.

Debbie se dio cuenta de ninguno de ellos pensaba pelear, así que lanzó una risa burlona y se fue con Karen.

Olivia pisoteó con furia mientras las veía alejarse.

Acababa de sufrir una humillación tan grande que no perdonaría fácilmente a Debbie.

Su mirada se volvió colérica. De inmediato, sacó su celular y llamó a su nuevo novio, Terence Perez, el hijo del decano.

Olivia empezó a llorar desesperadamente apenas él respondió.

Por un momento, el hombre se quedó atónito cuando escuchó sus sollozos. "¡Oye, bebé! ¿Qué pasó?", preguntó consolándola. "¿Quién te hizo llorar?".

"Debbie", respondió ella entre llantos.

"Está bien, no llores. Tus lágrimas rompen mi corazón. No te preocupes. No importa lo que pase, te ayudaré a desahogar tu ira", dijo Terence, tranquilizándola pacientemente.

Olivia se alegró al darse cuenta de que él había mordido el anzuelo. Sin embargo, fingió mostrarse reservada. "¿Puedes intentar darle un demérito en su registro?", preguntó.

No podía evitar enfurecerse cada vez pensaba en la actitud arrogante de Debbie.

A sus ojos, ella era una sinvergüenza que no tenía derecho a presumir nada.

Terence se rio entre dientes. "Bueno, sí puedo hacerlo. Pero... ¿qué pasa con mi propuesta anterior? ¿Puedes aceptar?".

Sabiendo lo que quería decir, Olivia se sintió tan disgustada que estuvo a punto de vomitar.

Si no fuera por la influencia de la familia Perez, nunca se habría fijado en el fenómeno de Terence, y mucho menos estaría con él.

"¿Estás de acuerdo?", insistió Terence al no obtener una respuesta.

Olivia apretó los dientes pensando en Debbie. "Está bien", contestó a regañadientes.

Mientras tanto, la otra se encontraba de muy buen humor, ya que se había deshecho de Olivia. Ella y Karen conversaron entre risas durante el camino de regreso a la residencia de los estudiantes.

Acababan de llegar al edificio cuando, de repente, sonó el celular de Debbie.

Era un número desconocido, pero aun así ella contestó. "¡Hola!", saludó cortésmente. "¿Puedo saber quién habla?".

"¡Hola! ¿Es usted la señorita Debbie Nelson? Mi nombre es Paul Harper, el asistente del decano".

"¡Oh, sí, señor Harper! ¿Qué puedo hacer por usted?", respondió Debbie respondió mientras le guiñaba un ojo a Karen para indicarle que se callara.

"Bueno, en realidad, llamo para comunicarle que recibimos un informe acerca del problema que causó en un bar. ¿Acaso no sabe que es una violación a las reglas y las regulaciones de esta escuela? La junta escolar lo discutió y llegamos a una decisión. Lamento informarle que le daremos un demérito a su registro".

"¿Demérito? Pero, señor Harper, debe haber algún malentendido".

Cuando escuchó las palabras de Debbie, Karen adquirió una mirada seria y se inclinó más hacia su amiga para intentar escuchar la conversación.

"No, señorita Nelson, este es un problema serio. La escuela no sacaría conclusiones precipitadas sobre este asunto. Lo hicimos verificar y confirmamos que es cierto. ¿Tiene alguna objeción?".

"Bueno, en vista de que ya lo ha confirmado, ¿de qué serviría presentar una objeción?", contestó Debbie, malhumorada.

Obviamente era una víctima de acoso. ¿Cómo así se convirtió en una alborotadora?

"Tenga cuidado con su actitud, señorita Nelson. Como no desea presentar ninguna objeción, emitiremos el aviso de acción disciplinaria en unos días. Eso es todo", anunció Paul y colgó el teléfono.

Debbie estaba furiosa, pero antes de que pudiera decir algo, su celular volvió a sonar. Era otro número desconocido.

"Dime, Debbie, ¿cómo se siente recibir un demérito? ¿Estás molesta?", preguntó una voz llena de sarcasmo apenas ella contestó.

Era un tono rasposo y masculino que sonaba desagradable y obsceno en sus oídos. ¿Quién más podría ser? Era Terence, el hijo del decano que siempre la molestaba.

Ahora Debbie entendía por qué había obtenido un demérito en su registro sin motivo alguno. "Así que fuiste tú quien lo hizo", murmuró con una mueca.

"Eres muy inteligente, pero no puedes culparme. Golpeaste a mi novia, ¿verdad?", replicó este orgullosamente.

Debbie recordó la disputa con Olivia hacía un momento y finalmente entendió lo que estaba pasando. "Muy bien. Ustedes dos son la pareja perfecta".

Terence era tan idiota que no percibió el verdadero significado de sus palabras. "¿Cómo te sientes ahora?", volvió a insistir con una voz complaciente. "¿Te arrepientes? Pero tengo una oferta para ti. Si aceptas acostarte conmigo, puedo ayudarte a lidiar con ese asunto".

Debbie lanzó una pequeña risa. "No, gracias", respondió. "No quiero ensuciarme".

"Tú...".

Terence estaba tan enojado que quiso insultarla, pero antes de que pudiera empezar a hablar, ella colgó la llamada.

Luego, bloqueó su número.

Karen no podía seguir conteniendo su ansiedad. "¿Qué pasó?", preguntó apenas su amiga colgó. "¿Por qué obtuviste un demérito?".

"El asistente del decano dijo que armé un escándalo en el bar. Debe estar refiriéndose a lo que sucedió en mi fiesta de cumpleaños", respondió Debbie, encogiéndose de hombros.

Sin embargo, tenía una expresión bastante tranquila.

"No, no puedo soportarlo. Alguien está conspirando a tus espaldas. Debe ser esa perra de Olivia", espetó Karen, tan molesta que su saliva casi salpicó el rostro de Debbie.

Ella le dio unas suaves palmaditas en la espalda. "No importa, de verdad".

"Vamos al decano y aclaremos las cosas", insistió Karen.

De inmediato, arrastró a su amiga hacia la oficina del decano, a pesar de su negativa.

Cualquiera que no supiera la verdad pensaría que ella era la agraviada.

Cuando llegaron a su destino, Karen tocó la puerta por un largo rato, pero nadie respondió.

"El decano no está. Volvamos otro día", sugirió Debbie. Luego, se dio la vuelta y bajó las escaleras.

Realmente no le importaba. Incluso le parecía conveniente que el decano no estuviera en su oficina.

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Contenido
Capítulo 1 Acuerdo de divorcio Capítulo 2 Atrapa a esa mujer Capítulo 3 Mostrar su amor Capítulo 4 No puedes permitírtelo Capítulo 5 No merece estar en el centro comercial Capítulo 6 Dame su información Capítulo 7 Darle una lección Capítulo 8 No quiero ensuciarme Capítulo 9 Encuentro con Carlos Capítulo 10 Confrontación Capítulo 11 Disculpa
Capítulo 12 Hablar personalmente
Capítulo 13 No quiere divorciarse
Capítulo 14 Fiesta de lanzamiento
Capítulo 15 Seducir a hombres ricos
Capítulo 16 Cayendo juntos
Capítulo 17 Mil millones de dólares
Capítulo 18 Video
Capítulo 19 A Nueva York
Capítulo 20 Encontrar con un rival fuerte
Capítulo 21 Carlos coqueteando con Debbie
Capítulo 22 Carlos supo la verdad.
Capítulo 23 La mudanza
Capítulo 24 Conduciendo hacia la Universidad
Capítulo 25 Parece, pero no es un chico
Capítulo 26 Capitulo Hermano
Capítulo 27 Sede del Grupo Hilton
Capítulo 28 La comida de la disculpa
Capítulo 29 Quemado
Capítulo 30 El Presente
Capítulo 31 Quién acosó a mi novia
Capítulo 32 ¿Jefa ¿Qué demonios
Capítulo 33 Quiero disculparme contigo
Capítulo 34 Una pelea
Capítulo 35 Se lo merecía
Capítulo 36 Rebelde
Capítulo 37 Carlos, el nuevo profesor.
Capítulo 38 Cariño
Capítulo 39 El castigo
Capítulo 40 Capitulo En el cementerio
Capítulo 41 Soy un hombre casado
Capítulo 42 Él es tan guapo
Capítulo 43 Yo soy tu marido
Capítulo 44 La clase de baile
Capítulo 45 Clase de inglés
Capítulo 46 La lección de inglés.
Capítulo 47 Capitulo ¡Tú ganas!
Capítulo 48 De regreso de Singapur
Capítulo 49 Teniendo un dolor de cabeza
Capítulo 50 Se reveló la verdad
Capítulo 51 ¡Qué sinvergüenza!
Capítulo 52 Un buen besador
Capítulo 53 Ellos me engañaron
Capítulo 54 Un conflicto
Capítulo 55 Nadie tiene permitido irse
Capítulo 56 Arrodíllate y discúlpate
Capítulo 57 No tienes que hacer nada más que contar el dinero
Capítulo 58 ¡Qué hombre tan miserable!
Capítulo 59 ¿Vives con un hombre
Capítulo 60 ¡Qué sorpresa!
Capítulo 61 Tratos y membresías
Capítulo 62 Tú vales diez mil millones
Capítulo 63 Quítate los zapatos
Capítulo 64 Estoy casada
Capítulo 65 Fracasado
Capítulo 66 Tranquiliza a tu marido
Capítulo 67 En el Cine
Capítulo 68 Un corazón roto
Capítulo 69 Viene por ella
Capítulo 70 ¡Haz pedazos la maldita tienda!
Capítulo 71 Un hombre autoritario
Capítulo 72 ¿Te atreves a mencionar a Carlos Hilton
Capítulo 73 No vas a casarte con Olivia Murphy
Capítulo 74 Deberías usar vestidos más a menudo
Capítulo 75 Ella es mi esposa
Capítulo 76 Cuidado con Megan
Capítulo 77 La pelea
Capítulo 78 El regalo
Capítulo 79 Los celos alteraron su mente
Capítulo 80 Tres condiciones
Capítulo 81 Que pise descalzo un puercoespín
Capítulo 82 ¡Cachetéalo!
Capítulo 83 La Bofetada
Capítulo 84 Lo siento
Capítulo 85 Un hombre inocente
Capítulo 86 Sé buena contigo misma
Capítulo 87 Herido
Capítulo 88 Enamorándose
Capítulo 89 Seducción
Capítulo 90 En el hospital
Capítulo 91 Ten cuidado
Capítulo 92 Carlos, me gustas
Capítulo 93 He oído lo que dijiste
Capítulo 94 Vamos a casa
Capítulo 95 ¿Qué es lo que quieres comprar
Capítulo 96 ¿Cómo pudiste
Capítulo 97 No necesitas una esposa
Capítulo 98 ¿Estás tratando de disculparte
Capítulo 99 Déjame darte calor
Capítulo 100 Mi voluntariosa esposa
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