img La encrucijada del escorpión  /  Capítulo 9 La Encrucijada Del Escorpión | 75.00%
Instalar App
Historia

Capítulo 9 La Encrucijada Del Escorpión

Palabras:1660    |    Actualizado en: 12/07/2022

n y simpático asistente de su futuro amante. Sintió los mismo celos que cuando lo vio horas

ñor River debió ser muy larga, o a

ambos,

e despedirme. Agradezco mucho su intervención. —El joven hizo una pausa al ver que u

ión amarga le recorrió la garganta al saber la injusticia que estuvo a punto de cometer con el muchacho. Le dio la mano a su mujer y al bebé, que seguramente pasaría necesidad

e ese chico estaba casado? —reclamó

preguntó Oliver sin entend

í que é

Estoy contigo por que en verdad me gustas y te quiero a mi lado. Nunca preguntaste que era él en mi vida y te dejaste llevar por lo que querías creer. —Oliver no dejó de digit

por un segundo dejar que Oliver cumpliera su promesa, pero quería creer que él podía hacer las cosas solo, tal como se propuso siempre. Mas sabía que una imprudencia como la que cometió con ese muchacho, podía hacer que perdiera mucho más que un emple

gas

ho trabaj

marás de nuevo

r la boca a ese hombre, pero no le escuchaba en lo más mínimo. Y decidió que debía arriesgarse de nuevo. Él ya era un hombre poderoso que podía

inta vez desde que se habían comprometido, que Joel le decía eso. Vendr

esto mucho tiempo… —dijo mientras se acercaba a su lugar en la mesa—, sabes que no me gusta hablar de un tema que ya está def

aliza esta vez sería mortal. Intentó ponerse en pie pero su agresor lo jaloneó por los cabellos y lo tumbó de nuevo al piso. Una patada más en s

l, repite lo

no era placer lo que sentía su cuerpo sino tal vez un par de costillas rotas. E

entas eso de no querer casarte conmigo. Dirás que me amas, que sin mí no puedes v

a partirlo en su espalda. Joel intentó levantarse para escapar de ahí, muerto no iba a servir de mucho. Por suerte el mayordomo de Raine se compadeció de la paliza que le estaban dando y llamó a unos hombres de seguridad para que apartaran a su amo del señor Wilde. Lentame

nsión. Aún temblaba escuchando los gritos de su prometido. Su rostro estaba bañado en sangre, y su espalda y piernas no estaban mejor. Un rato después, llegó uno de sus aut

lmente Joel—. Llévame a mi

elo enorme por parte de las criadas, que adoraban a su chico rubio. Con mantos y con lo poco que sabían de curar heridas, empezaron a atenderlo, asustadas más

sin cesar. —Puede ser un médico. —El hombre bajó volando por las escaleras y su sorpr

River, vengo a ver al señ

r la apariencia de Oliver—. Con el debido respeto,

de su prometido? —pregunt

ado por los quejidos y guiándose de estos para hallarlo. Por fin abrió la habitación y las mujeres gritaron asustadas por la intrusión y por su aspecto, no era nada común ver un hombre c

mucho más. El hombre de máscara se sentó en la cama junto a Joel, espera

e dije, que no sería.. fácil..—susurró Joel si

para hacer lo que tengo que hacer —Le respon

cosa que lo retorció de dolor—. No hagas nada, por favor, te lo rueg

lo defi

ir a un hospital, mandó llamar un sinnúmero de enfermeras y doctores para que le atendieran en casa. No se desprendió esa noche ni un segundo de la cama de

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY