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Historia

Capítulo 8 La Encrucijada Del Escorpión

Palabras:1859    |    Actualizado en: 12/07/2022

ala

ento de es

día muy cercano ya no jugó con él y ya no quiso verlo de frente. Y se enteró el Rey que su hijo había enfermado, su amigo le había picado. Y de nuevo le dijo el Rey : "¿Que acaso no te lo dije h

*

l representante legal de Oliver River, no estaba para nada feliz con que su jefe hubiese cedido a ese porcentaje por el que se había negado tanto. Ignoraba el viejo por completo que el señor Wilde había usado métodos bastante

alta el viejo—. Apuesto que el señor River,

darle la cara—. Es un negocio

ego de colgar no dijo ni media palabra. Los abogados de Joel empezaban a impacientarse, pero él en lo único que pensaba era en volver a ver a Oliver, por eso no dejaba de mirar al pasillo, hacia la puerta do

ras disculpas, pero aquí está el documento. Señor Wilde

día ver a River siempre y eso, aunque no quiso admitirlo, lo llenó de celos. Se firmó por fin, se destapó la champaña, y se dieron l

misterioso presidente?, es rar

onozco lo veo diario. Y en verdad lamenta no asistir, pero digá

e tenerte mu

la Joel hacia detalles más íntimos, el muchacho tuvo que irse p

ariencia, tenía los cabellos claros y rizados, los ojos grandes y de apariencia inocente. Medía casi un metro con ochenta

tiene mucha estima. —El comentario de uno de los abogados de River

do lo que había sucedido en la reunión y necesitaba con urgencia de su presencia en la oficina principal. Por supuesto el herm

i. Al fondo del oscurecido salón, una figura brillaba, era la máscara que usab

Vi y escuché todo lo que sucedió en la reunión, in

ya que enviaste a tu "asistente"

problema

ngu

el gabán de este resbalara hasta el piso. Joel lo único que pudo hacer fue mirarlo fijamente. Las manos amp

r ¿cuántos

as que jalándolo por la hebilla

e empezó a abotonar de nuevo la camisa, ese no iba a ser el lugar en que estuvi

r Wil

ría sentirlo tan lejano. Oliver se sonrió un poco y se deshizo él mismo de un saco negro que llevaba

me como te llame, eres mío. —Oliver entonces sacó de la bolsa una cuerda con la que

s… —Joel empezaba a perder un poco la noción de la situación, al sentir los besos de River en su cuell

creer que de nuevo sentiría ese tacto sobre su piel, uno tan parecido al de su primera vez, hacía ya tantos años. Estaba dejándose llevar mu

ese no iba a ser el momento para cumplir su fantasía. De mala gana guardó todo en la pequeña b

omo noches atrás. No juegues conmigo se

tuvieras con uno de tus asistentes… tal vez te recuerde a ese jovencito que traba

que tú me p

que de inmediato despidas a

e arrebató el teléfono y se excusó con el muchacho, diciéndole que se trataba de una llamada equivocada. Era un tanto halagador que Ri

ue vayas esta n

incluso que la de los Raine. Pero esta noche n

diciendo que quiero que vayas esta noche a mi casa. —Joel se sintió incó

és de cena

golpear a ese cretino, te sacaré a rastras de ah

acia, sin imaginar lo en serio que él hablaba—. ¿Puedo hacerte una p

mo tierna aquella actitud. Sin embargo, él también quería decir algo. —Bueno ahora es mi turno de pedir favores —el to

l un tanto asustado

no?, ¿Tant

personas que dependen de esa relación que t

elación que tengan. Joel —dijo mientras le tomaba por la barbilla y la estrechaba

gabán, comprobando lo mucho que le gustaba y que ese era el hombre con quien seguramente terminaría casándose si es que de casualidad lograba romper con su actual prometido. Pero su destino estaba ya hecho por el señor todo poderoso de Raine Corp., y lamentaba

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