img La encrucijada del escorpión  /  Capítulo 6 La Encrucijada Del Escorpión | 50.00%
Instalar App
Historia

Capítulo 6 La Encrucijada Del Escorpión

Palabras:1322    |    Actualizado en: 12/07/2022

os casi creció junto a ese arrogante y vivaz muchacho, y poco a poco, a pesar del odio que parecía emanar del joven Raine, había algo que lo halaba a esa humanidad, a esos ojos a

probando, quería que todo terminara de un empujón y una maldición, pero el muchacho, no se movía. Al contrari

uscó su rostro y se encontró con una mirada algo suplicante. Se confundió aún más, pero era ese momento en el que debía decidir, si segui

tendría que cumplir, su imagen estaba en juego. Acercó sus labios a esos pálidos que lo estaban esperando y se movió como creía debía hacerse, y el instinto fue la guí

la fuerza del abrazo que Joel pensaba que podía atravesarlo en cualquier momento. Y se dio, la manos s

ara saber si debía continuar. Se retiró entonces del mu

es? —preguntó Joel

alto que sufrió, seguro lo haría ahora que estaba dispuesto a hacer suyo a ese chico. Ya había estado una vez con una chica, por eso no entendía como era que Joel lo estaba excitando tanto. Quizás era algo en su mirad

eridas aún no sanaban por completo, y tocó una que estaba cerca de su ombligo

recibido gustoso esa golpiza con

ón. Yo tampoco hubiera soportado que te doliera un dedo. Así tení

ncima fue más rápido. Ya no había espacio para pensar en nada más, ya eran dos seres humanos

in medida, era su primer contacto con los labios de otra persona y por dentro sitio un festejo al saber que esa boca, era la del Samuel, que le gustaba

ero fue inútil, y vino entonces el concierto de gemidos y súplicas. El muchacho creía que moría y le advirtió

tre en ti, ya no habrá vuelta at

evantó la cadera un tanto, ya creía que era el momento, lo preparó lo mejor que pudo. Y se dio, Joel se aferró de nuevo con tremenda fuerza de los brazos de Samuel,

uerza. Le dolió un horror la espalda, pero no iba a permitir que sus heridas dañaran ese momento. Por el tono de los gritos de Joel supo que estaba por terminar, ya había resistido lo suficiente. Se movió aún con más ímpetu y te

uien aún no se recuperaba del todo. Se retiró

do —al menos comprobé que yo tamp

el reloj, pasaba la media noche tenía que regresar a su habitación, o levantaría sospechas. Pero cuando

dolor, mientras Samuel

haces,

zo una pausa mientras recogía algo de su ropa—. Samuel,

o algo al chico rubio que por poco lo regresa al piso: regresaría con él a la habitación. Así pues mie

el, incitándose ante el cuerpo perfecto de su «novio» por que p

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY