img Deseo Restringido  /  Capítulo 1 Introducción | 2.50%
Instalar App
Historia
Deseo Restringido

Deseo Restringido

Autor: AnaValencia
img img img

Capítulo 1 Introducción

Palabras:3705    |    Actualizado en: 02/12/2022

avilla. Más que nada porque estábamos en el

rimero nos habíamos quedado decepcionadas cuando n

hana, nos había conseguido boletos a todas. Lo que habí

que podía ver con ca

te en un grupo de parejas, t

viera conmigo. Pues David se encontraba est

razón estaba siendo oprimido. Era difícil de respirar a veces. Mi madre me había dicho que era porque m

solo me sonrió y pude notar que en esa

iéndome la verdad. Pues podía ver el amo

texto de David, mi corazón

staba leyendo

antes de que pasé más tiempo. Conocí a alguien, Jacky. Es especial. No espero que l

había conocido a

vid me estaba jugando un

e había estado yendo el texto conmigo, y eso porque deseaba mostrarle lo gra

estaba te

su tono de voz lo odie profun

grises y le apu

lágrimas empezaban aparecer—, este me

de mí, al escucharme o quizás al da

seguidamente, empecé a m

él no r

a ll

hizo en é

por una t

escuchar. Sin embargo, lo había hecho. Podía decirles algo, pero estaba demasiado ocupada mandando mensaje

u perfil y ya no me aparecía có

eó», pens

alabras de Johana, me hiciero

estaba quebrando en mi interi

cil esta

é di

más, Albi—respondió Joh

a se vol

rró la menor de to

do hasta dónde estaba yo, y me tocó

verdes. Llenos

migo—susurré aún

ó los ojos

Pero estaba segura que no sentía

ritar, solo fui consciente de que la pantall

y si no fuera porqué unos brazos me sostu

de mi misma, no obstante, intenté hacer lo que me pedían, respirar. Pero ¿era posible hacerl

o que lo entiendas, ni que me perdones, pero p

po de "lo siento"? Ésos "lo siento" no eran para decirle a tu novia que te enamoraste de otra. Ésos "lo sient

e mi alma, aún cuándo la fuente de mi dolor no estuviera ahí

a especial, cómo

o?—preguntó un

s a llevar

Porque no quería ir a casa. Q

para lueg

os ojos, que era quién me sostenía—, él me ama. Él me lo dijo, m

s femeninos m

Jacky—susurró Jo

r que se

mida en mi propio dolor—, no es jus

rostro en

rró ella, abrazan

volvía errática y caer desmayada en los brazos de cinco chicas

os que ne

ir se habían ido. Era cómo si hubiera exprimido cada

ba r

. Mis padres se preocuparon conforme los días iban pasando y mi corazón

mayoría de mis amigas también. Albina y Mayte comenzaron a tener pr

sentía i

parte había sido mi culpa pues por haber estado tan preocupada por mí qué no había v

a en esa cama

llegar a tiempo a su rescate. Por lo que t

or cuándo me enteré lo que le había hecho

dicho que él había estado jug

itarlo, lo

tenté marcarle varias veces , pues me negaba que nuestra historia de amor hubiera terminado de esa man

. Y saber éso, me hizo caer

lor y tuve que salir de

rme un poco de alcohol. Todos decían que era bueno pa

hacía soportabl

tomando tragos de bebidas que ni siquiera sabía sus nombres. Podía ser

tentando llamar la atención del

la r

, todo mund

ciente bonita cómo para que me

era demasiado esfuerzo. Así que borre la so

dí arrastrand

recía no que

buena idea, has

ése momento no sabía cuál de l

ntos para hacer esa simple acción, sin embargo, cuando lo logré sonreí v

omodé mi rostr

va a servirme más—, ¿Acaso no es para eso qu

asta que se rindió. Quizás porqué veía la miseria

btenido lo

y rulos se acercó a mi derecha. Al voltear a verlo, me di cuenta de que me estaba so

eres

edé m

ico. Lo que me hizo cerrar los o

an est

cuentra

ntir, pero lo pensé mejor,

z baja—, Dime algo, ¿Por qué los chicos no saben

nte de mí me f

miento

ueca. Por el cambio de sabor, pero aú

é ponerle peros

molestia al recordarme

uvo. Alce la mirada —, Ya no lo amo. No lo hago. Porque me cambio por otra. Dijo que esa chica era especial. ¿Acaso yo no lo s

perdió p

yo puedo tener al

y aquí, por s

ue mi cuerpo se c

tás

y tomé mi cabeza—, es

ón de quedarme y hablar sobre el miserable novio que tienes, aunque si soy sincero, creo

una

Ah

gusta ver a nin

í el

toy ll

con s

en. No l

a so

o bueno. No me gustaba a los que hacían cualquiera por querer mi atención. Me

las cosas m

obre la barra, casi toca

trarte que tengo razón—aseguró el desconocido.

u

más que nada para no sufrir más. Pero si lo

tomar la decisión, la voz de

ste hombre sexy detrás de mí,

vertencia no era un farol. Realmente era capaz de hacer

había visto lo que

mosa—dije e hice el intento de tocar

y tomo mi mano

o de que estás a salvo—dijo el chico sexy sonriente, para de

sí que decidí rechazar

s nec

ignoró mi

volvió serí

a quién, sobre todo porque lo veía borroso, y más qu

as cosas cómo están—declaró el chico, sonando tenso—, Quizás

ágrimas empe

observé como su rostro mostraba entend

ver a verlo, pero le

sto antes de desapar

nto se dio la vuelta y volví en lo qu

o borrar el recuerdo de David, pero una mano

acky—pidió Joha

lián, Mayte, Aarón, Michí y Dylan con ella. La única que no estaba era

a causa de que se encontraba

fueran capaz

uedad. Sabía que no tenían la culpa de nada

su felicidad, pero no podí

Aunque por mi vida, no podía identificar

evabas una hora afuera. Tuvimo

que tanta preocupación.

golpe la

e un saludo al barman y le señalé q

porque estaba entretenida viendo de forma m

otras—pidió

omando el vaso de nuevo, pero Joha me de

ente por e

uenta de que lo necesitaba demasiado? ¿Acaso no veía la razón de mi

lo—ordené c

destruye

mpre estaba escondida, ahora e

ta destruirme?! ¡No lo hace

pero Johana no dejó de mirarme a los ojos. Cómo si pudiera com

o lo e

estás sinti

nocía. Incluso sabía las líneas que ib

en el taburete,

iento? —cuestioné, retándol

de Johana se

ntes mo

uivocada, ya

cariño. No puedes dejar que

! ¡Así que no me digas

ras la apunta

fuera, no hubiera

omento te

haces,

razón, no

abeza, so

te de mí, me ab

llo, y confesando el dolor que me estaba consumiendo desde adentro—y hace tr

sacar el aire por mi boca, de forma rápida

continuar con tu vida. No pu

e temblaban los labios, y mis

—sollocé—

puede que te lleve meses. Pero al final, estarás mejor. Solo deja que el tiempo ponga las cosas en

spués verla, dejando mostra

as sentía las lágrimas derramarse por mi rostro, me las quité rápidamente con l

pero si e

so era imposible y lo sabí

iendo que se equivocó. Qué realmente no la quiere a ella, que me quiere a mí. ¿Y quieres saber que es lo más patético? Qu

e miró c

ez—pidió, y se rompió su

mas se de

o un...— Cerré los ojos para seguir hablando, pero lo único que veo e

ria cómo quiero quitarme e

ue eso es

escuchado llorar cuándo me sentía tan mal por algún castigo de mis padre. O cuándo se

n siempre me hacía reír cuánd

ahora sin él, y

e volvió

mi amiga cerca de mi oído, llorando conmigo por verme en un estado agonizante—, pero eso está bi

negué con

sabía, Joha.

corazón, y sabía que era así. Porque mis amigas e

e notar que su compo

ste dolor. De verdad que no lo mereces. Has hecho tantas cos

e mientras pienso en el hombre que creí era el indicado para mí. Al que hubie

é, pero que nunca

qué tuviste que hacerme ésto? ¿Por qué si yo podía d

cuenta, quizás había sido Dylan o Julián, no tenía idea. Pero terminé sin

dormida, escuc

a no es necesario.

re porque me sonaba familia ese nombre, mis ojos

ubo os

ya estaba acostumbrada a

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY