En los brazos de Marcello

la inconsciente. Al despertar bruscamente, instintivamente palpó su abdomen en busca de señales de vio

hizo un comentario que sobresaltó a Eileen,

sen de ti o te golpeen. Mi banda es peligrosa, per

ella despertara. No había hecho más que vela

irse inundada de desesperación y terr

ue no diré nada de lo que vi. Le suplico que no me haga daño—suplicó Eileen, ev

detenidamente. Desde la distancia, notó

lujo de detalles todo lo que sabes

egidor?— preguntó Eileen, tomando esa preg

rdes sus secretos. A menos que tuvieras una relación más allá de lo

estoy secuestrada por un grupo de delincuentes que en cualquier momento pueden acabar con mi vida. No sé dónde estoy, me tienen atada como

a ella, sintiendo u

genuina que surgió naturalmente debido a la reacción inesperada de Ei

todo lo que sepas sobre el regidor, o

saber?— pre

respo

borales sobre él—, afirmó

. No te irás de aquí hasta que me d

te qué quiere que le cuente. Es

lo manejaba asuntos políticos del regidor. N

ra. Tienes todo el tiempo del mundo para conversar conmigo—

regidor, sabrías que era felizmente casado y tenía tre

haber sido su amant

n de nadie. No soy un pl

tre ellos. Era la primera vez que Eileen lo miraba directamen

ú no tenías nada con é

nta de las cosas que hacía. No lo investigó lo suficiente si no lo siguió durante meses o días.

al menos eso es lo que Marcello veía, pero en rea

aga bien mi trabajo, sino porque me da la gana que lo hagas. Y no me provoques, no me

ás que callar y

eñas, sus propiedades, sus vehículos, sus guardaespaldas, sus cuentas bancarias, sus socios y amigos, e

e al respeto. Le dije que no tenía una relación que no fuera laboral con el regidor, y para que

espeto de esa forma, ¿Cómo quieres que lo haga?— Marcello se acercó a donde Eileen estaba sentada. Estuvo lo suficientemente cerca com

bundantes que realzaban su mirada color miel, recordándole la calidez de las avellanas. No pudo discernir si el rubor en sus mejillas era natural o producto del

a hizo nada que valiera la pena mientras estuvo vivo. Me alegra que no h

a latir más rápido, temiend

untó él, sin dejar d

te con ropa adecuada para el clima. Para que veas que no soy tan

s saber sobre el regidor en este mismo momento. Ne

momento, haciendo creer

do yo lo deci

le revelaba lo que le in

quipo que había llevado a cabo la misión de asesinar al regidor. Después de hablar

a al baño y dale de comer. Suelta sus manos e intenta

ta cuál era su novela favorita. Quiero sab

el maldito regidor y luego deshacernos de su cuerpo. No hay necesidad de cuidarla ni investigar sob

nes? ¿Prefieren que haga las cosas yo

rol, las consecuencias eran desastrosas y

no eres así— preguntó Milena

la miró

aré— dictaminó finalmente, d

tendría acceso a la habitación mientras ella estuviera sola. Conociendo a sus hombres

en ya no era