ista de Al
El rechazo fue un golpe físico, un nuevo moretón en mi alma ya maltratada. Tropecé, mi cuerpo herido prot
zo un puchero, su mano perfectamente manicurada acariciando la cabeza esponjosa del perro. Princes
igual de rápido, Princesa metió la cola y gimió, enterrando su cabeza en el pecho de Barbie
icia alteró a Prince
mirada estaba fija en Barbie, en su angustia fingida, en
dije? Siempre te las arreglas para molestar a Ba
ración s
e tener un accidente de auto. Perdí a nuestro bebé. Estoy sangrando. -Hice u
camente, llevándose
r la atención? Sabes lo delicado que es el estóm
teniéndose por una fracción de segundo en la tela emp
stre, Alicia.
paré, esperando una palabra dura, un empujón. En cambio, me agarró del brazo, su agarre so
ó, su voz cruda de furia-. Ahora. Por al
subió a mi garganta, un sabor metálico. Podía sentir el resentimiento ardiente burbujeando, mezclado con u
ando de liberar mi brazo-. Erick, ¿cómo pu
tó un soll
de estómago de Princesa! -Levantó una caja pequeña y exquisitamente envuelta-. ¡Y mira lo que le hizo a esto! Lo encontré
a que dijo que era demasiado cara, demasiado rara, para cualquiera que no fuera "su musa". Se la ha
penas un hilo-. Yo la encontré. L
bie, sus ojos dirigiéndose a Erick-.
a-. Te vas a disculpar. Vas a dejar de mentir.
, las lágrimas corr
sito tu ayuda. -Lo miré a los ojos, buscando un destello del hombre que una
n inexplicablemente se elevó. Vení
con fuerza, enviándome de espaldas al suelo. El impacto envió una nueva agonía abrasa
ado en una máscara de furia-. ¡Discúlpate
lor era un fuego blanco y cegador. A través de la
se cerró. La habitación giraba. Todo lo que podía sentir era el ardor en mi est
ra aterradora-. Te disculparás por alterar a Princesa, y por a
abía olvidado a mí. Había olvidado todo exce
ue amaba, perdido por el estrés o la ambición. Este era Erick. Y siempre había sido así de cruel, así de egoísta. Yo simplemente había
ugía, parecía distante. Un interruptor se apagó dentro de mí. Le había dado todo. Mi vida, mis talen
siento, Barbie. Por alterar a Princesa. Y por todo. -Cada palabra
a satisfacción en sus facciones. No me ofreció una mano para ayudarme a levantarme. Ni siquiera me mir
parecía burlarse de mí, su resplandor resaltando la cruda realidad de mi humillación. Mi percepción de la realidad
páramo de mi mente. ¿Y si pudiera simplemente... borrarlo todo? ¿Borr
al. Un último recurso para aquellos atormentados por trauma
ar a Erick. Cada

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